Lo que te voy a contar hoy es secreto. No deben saberlo ellos. Ni lo sabrán, pues no leen blogs: Los dinosaurios con poder se extinguirán en no más de 6 u 8 años. ¿Quiénes son? Pues unos señores que cuando hace 20 años veían una noticia que hablaba mal de su empresa, nos decían a los consultores de comunicación, a gritos y con la vena en el cuello: “¡Llama y di que la quiten!“.
Y lo cierto es que había medios capaces de quitarla, o reducirla de una página a un sonrojante breve, si quien lo pedía era un buen anunciante. Hoy algunos de esos directivos siguen teniendo mando en plaza. Y no han aprendido apenas sobre la era de la transparencia que trajo internet. Se comportan igual y aplican su ira de la misma forma chusca, a contratiempo. Van del ordeno y mando a su secretaria -“señorita, escriba una carta que le voy a dictar…“-, al coche con chófer y de ahí al reservado de café, copa y puro. Y piensan, los pobres, que eso es vivir bien. Qué lejos les pilla lo de ser feliz…
Sé de una empresa de casi 10.000 empleados que tiene bloqueado el acceso de todos ellos a un medio de comunicación porque, según los jefes, ese medio les ataca por sistema. En un tiempo no muy lejano, hubo -esto ya es la repanocha del patetismo- una empresa grande de medios de comunicación que tapó por completo la llegada de correos de una fuente muy grande y con la que trabajaban buena parte de sus periodistas. ¿La razón? Los jerifaltes percibían que esa fuente había tenido algo que ver en una crisis de reputación de aquella empresa de medios.
He visto también con estos ojitos dos empresas del IBEX 35 -ahí es nada…- en las que los empleados tienen prohibido acceder a todo tipo de redes sociales, medios de comunicación y a muchas otras páginas. Los responsables de comunicación de una de ellas se descojonaban cuando los jefes, en el colmo del cinismo, les pedían que animasen a los empleados de la empresa a hacerse seguidores de esta en redes sociales…
En varias empresas he visto que capaban la llegada de correos de un competidor para evitar fichajes de sus profesionales, como si así fuera más difícil perderlos. ¿Imaginas que en tu empresa te prohibieran llamar por teléfono a tu casa o a tus amigos durante tu jornada laboral? Es tan ridículo que no merece ni comentario…
Esos dinosaurios actúan bajo una ceguera que los incapacita como directivos para tomar ninguna decisión sobre sus propios negocios. Hoy esas personas hacen siempre daño a los propios intereses de las empresas que los tienen al mando. ¿Creen que los empleados van a trabajar más si no les dejan ver el Marca en el ordenador? ¿Acaso los profesionales motivados dedicarían su mañana a trastear en Facebook para no pegar palo al agua?
Lo que ocurre, claro, es que los empleados usan sus propios móviles y tabletas para navegar por los sitios prohibidos, o que dan su correo personal a quien tiene capado el acceso por email a su correo profesional. Pero no hay cementerio más triste que ver una de esas empresas en las que notas cómo la gente se comporta de cara a la galería y no de forma auténtica. Les notas a todos que andan tiesos, como con un palo metido por el…
Solo en su comunicación hacia ti, cuando vas a una reunión, ya ves que ahí hay un muerto en el armario que nadie te cuenta pero todos -incluido tú- sabemos que está ahí. Y ese muerto, o mejor dicho, dinosaurio vivo, está pegando sus últimas bocanadas de fuego que cada vez quema menos. Poco a poco se van jubilando y son sustituidos por personas que sí entienden el mundo de hoy. Al tiempo ;).
Lo peor es cuando el dinosaurio se jubila y llega un nuevo director joven… que es aún más dinosaurio.