Hoy, en este blog de comunicación, veremos cómo hacer una estrategia tramposa gracias a usar a la mismísima Reina de España. El punto número uno de la estrategia de comunicación de una empresa pequeña es siempre el mismo: hacer ruido, que se sepa que nuestra empresa existe y que se conozca lo que vendemos. Si la empresa es de internet, la relación entre notoriedad y negocio es directa: cuanto más se nombre a nuestra empresa en los medios, más gente visitará nuestra web. Las noticias se transforman en ventas. Y el problema de esas empresas es justo que, al ser pequeñas, en su actividad apenas generan nada que pueda ser noticia. Ahí es donde entramos los que asesoramos en comunicación y nos inventamos excusas más o menos lícitas para que los medios incluyan noticias de la empresa en sus espacios.
Lo malo es cuando, como en la comunicación de mierda que hace Ryanair, una empresa decide parasitar los medios de comunicación traicionando todas las normas de la ética empresarial y saltándose la ley. Este es el caso de la empresa Ashley Madison, una página cuyo negocio se supone que va de proporcionar contactos discretos a hombres y mujeres que quieren ser infieles con sus parejas. Su estrategia de comunicación tramposa tiene tres pasos básicos:
1. Publicamos un anuncio que escandalice y así los medios de comunicación nos citan. En el anuncio usamos de forma difamatoria la imagen de alguien famoso. Que sea conocidillo. No sé…¿la Reina de España, por ejemplo…?
2. Al día siguiente, tenemos asegurado que todos los medios de comunicación hablarán de nuestra empresa, porque además el tema va de sexo y hace gracia a sus lectores, que clickarán en esas piezas informativas y las convertirán en las más vistas de cada diario online. Nuestra empresa gana notoriedad y los medios, una gran historia morbosa que les da muchas páginas vistas (y anuncios vendidos en ellas, claro).
3. Si La Casa Real nos pide que quitemos la publicidad o dice que estudia demandarnos, eso nos da otro pelotazo de notoriedad y, de paso, la oportunidad retirar el anuncio para irnos así de rositas.
Repítase estos tres puntos en cada país con la imagen de algún supuesto infiel patrio de altura: de Berlusconi a Sarkozy pasando por el Príncipe Carlos o Bill Clinton. Hasta ahí, los puntos iniciales de esa estrategia, que son los mismos que ha seguido siempre Ryanair en su publicidad, otro modelo de comunicación sin escrúpulos. Pero el aprendiz Ashley Madison ha ido en esta ocasión más lejos que su maestro Ryanair, y ha conseguido lo impensable: que la Reina de España se convierta, a su pesar, en su mayor embajadora. Mirad qué portada regaló Doña Sofía a Ashley Madison el sábado:
En la oficina de Ashley Madison todavía estarán llorando de la emoción. Esta es sólo la de El Mundo, que además de ser un sueño hecho realidad para Ashley Madison, continuaba con un editorial y una página completa sobre el tema. Pero si buscáis en Google, la noticia de la demanda real apareció en miles de medios, lo que es un premio gigante e impagable para la empresa de contactos infieles. Aquí entra ya la colisión entre lo que la Reina entiende que debe hacer y lo que en realidad consigue con su acción, que probablemente es producir un beneficio directo inmenso a la empresa que, encima, ha mancillado su honor (es lo que se llama efecto Streisand). Estoy convencido de que los asesores de Casa Real han aconsejado a Doña Sofía que no interponga esa demanda, y seguro que ella -como haríamos muchos en su caso- decide, por principios, ir adelante con su justificadísima acción judicial.
¿Cómo seguirá el asunto? De momento, Ashley Madison tiene una golosa noticia continua en los medios con su nombre que le va a producir beneficios durante meses, y que se irá multiplicando con cada punto del proceso judicial: ¿Que se celebra una vista oral…? (absteneos del cachondeo) Pues tendremos otra ración y media de la empresita en los titulares de toda España. ¿Que la empresa pide perdón con un cartel gigante o enviando un camión de flores a la Reina…? Pues más de lo mismo.
¿Y cómo terminará la historia? Siento ser malpensado, pero tendrá mucho que ver con si hay o no una verdadera separación de poderes (risas). Si no la hubiera, es posible que por debajo de la mesa pasen cosas que acaben provocando que la sentencia sea tal descalabro para la empresa de contactos, que esto sea su fin. Pero si la inmensa figura de la demandante no influye en el ánimo de los jueces, entonces ganará la demandada: con la ley en la mano, no creo que ningún juez pueda pegarle un remojón a la empresa que le cueste a ésta tanto dinero como para que su acción no haya merecido la pena. Habrá una sentencia condenatoria en la que Ashley Madison tendrá que pagar menos del 1% de lo que le habría costado comprar todos los espacios obtenidos con esto en los medios de comunicación. Ni siquiera sé si la posible condena conllevaría indemnización, pues la Reina no reclamará dinero para sí, claro. Si se condena a Ashley Madison a pagar 5 millones de euros, lo probable es que haya obtenido 500 millones en publicidad gratuita y que eso se haya traducido en unos beneficios suculentos, que darían para pagar con creces esa multilla.
El reto para el juez del caso Ashley Madison es el mismo al que se enfrentan cada día los juzgados de la telebasura con las demandas que interponen entre sí los famosuchos para hacer caja. La paradoja es que pierden la justicia y la sociedad y gana el aprovechado, que se sirve a nuestra costa del sistema y sale encima victorioso. Sinceramente, me encantaría que por una vez la justicia sea justa y a Ashley Madison le caiga un paquete tal que haga que nunca una empresa quiera volver a repetir esta estrategia de comunicación torticera. Como no quería meter la pata, antes de escribir esta entrada me pasé un rato viendo qué se dice de Ashley Madison en internet. Como veréis en lo que sigue, la esencia de la compañía coincide con su perfil comunicativo. Es decir, que por lo que cuentan quienes lo han probado, los servicios de Ashley Madison parece que son igual de tramposos que su estrategia de comunicación. Sí: aquí se acaba mi artículo de comunicación y empieza el análisis de los servicios que presta Ashley Madison. A ver si eres capaz de no seguir leyendo a partir del siguiente párrafo 😉.
Cuenta una leyenda urbana que en un conocido club de carretera que había cerca de Guadalix de la Sierra, se dio el atraco perfecto: entró una vez una banda de atracadores que, armados, se llevaron las carteras, relojes y dinero de más de 70 clientes y prostitutas que había en el local. Al día siguiente, y a pesar de tantas decenas de víctimas, la Policía supo de aquel atraco por la única denuncia recibida: la del guardia de seguridad que había en el local. El resto de los presentes, se ve que prefirieron hacer como que las tarjetas y el dinero se les cayeron al bajarse del autobús…
Algo así pasa con Ashley Madison: quien se da de alta tiene la sensación de haber sido engañado, pero lo último que quiere es denunciarlo, pues eso daría publicidad a sus deseos de infidelidad. Se adivina rápido haciendo una búsqueda:
El pantallazo de arriba es lo que Google llama 'búsqueda sugerida', que significa que lo tercero más buscado en relación con la marca ashley madison es timo. Y si se te ocurre teclear una 'e' tras la marca, para poner "ashley madison españa" y que te lleve a la web española de la página de contactos, entonces mira qué sorpresa:
¿Eso qué significa? Pues que la segunda, la tercera y la cuarta búsqueda más habituales de la gente, van hacia contenidos que les hablen de fraude y engaño. El algoritmo automático del buscador nos ofrece esos resultados porque son, tras "ashley madison españa", los más demandados por quienes comienzan a teclear en Google "ashley madison e".
Con ambas búsquedas te haces una idea clara: esto es como las hemorroides, que todo el mundo las sufre en silencio pero luego, cuando estás en la intimidad, vas como loco a preguntarle a San Google si más gente comparte tu preocupación. Y sí, la red está llena de posts (un ejemplo, otro) y comentarios en foros como este que apuntan a la posibilidad de una estafa y a los mismos motivos de decepción: en Ashley Madison no hay apenas perfiles de mujeres reales, sino que son casi todo robots. ¿Para qué? Sencillo: al contrario que en otras webs de ligoteo como Meetic o Match, en donde tú pagas una cantidad fija al mes por tener barra libre para hablar sin límite con todos los usuarios que quieras y ver todo el contenido que te dejen, en Ashley Madison el usuario paga por cada mensaje enviado a otros usuarios, por cada mensaje recibido de otros e incluso por ver las fotos de los demás.
¿En qué se traduce eso? Pues según dicen en todas las críticas, en que cuando te das de alta gratuitamente, no paran de mandarte cada día supuestos mensajes de mujeres infieles locas por tus huesos. Como la curiosidad mató al gato, eso te lleva a darte de alta como miembro de pleno derecho y pagar como 50€ por el paquete de créditos mínimo para leer esos supuestos mensajes (todos a cobro revertido). Una vez dentro, parece que los mensajes huelen a robot que tiran p'atrás y que, para colmo, desaparecen de tu bandeja de entrada para que no puedas verlos un tiempo después (lo que dificulta tu seguimiento del posible engaño, y hace imposible que puedas demostrar que incluso te llegan emails con textos idénticos de supuestas mujeres distintas que, en realidad, son robots). En suma, por lo que se lee en foros, lo único que te chupan es el crédito que desembolsaste, hasta dejarte a cero y con el gusanillo de seguir probando suerte. En cierta manera, la propia página se nutre de la ansiedad del infiel y se convierte en una especie de justiciero de los adúlteros: te quedas sin echar esa canita al aire y encima, desplumado.
El colmo de los colmos de las críticas más comentadas es que, si te quieres dar de baja de Ashley Madison, te obligan a pagar 19€, contraviniendo el sentido común y no sé si la Ley de Protección de Datos. ¿A qué responde esto? Pues ponte en la piel de un infiel que, fracasado su intento de buscar chapuza por esa página, se dice a sí mismo: "voy a borrar todo el rastro para que no me pillen…". Seguro que es muy capaz de pagar 19€ por hacer que su perfil desaparezca. Y, como aquellos del club de carretera a los que robaron la cartera, nunca irá a la Agencia de Protección de Datos a denunciar a una web en la que jamás estuvo…
Vuelven los Premios Bitácoras. Sí, te dejo que me votes en la categoría de blogs periodísticos :-).
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Muy bueno Pablo, como siempre.
Y si no fueran mentiras… porque con Charles y Clinton lo sabemos seguro… XDXDXD
Feliz fin de semana
Muy buenas. Os habéis fijado que los paneles publicitarios colgados en las grandes ciudades, en realidad no existen y la imagen que vemos ha sido pegada con photoshop encima de la foto de un edificio? fijáos: poned en google imágenes “ashley madison” y fijáos que esos paneles publicitarios son montajes
Nadie se ha fijado en el color del traje de la Reina en la portada de El Mundo?.. Es el color corporativo de Ashley Madison. Con lo que me pregunto:
1. Quien es el jefe de protocolo y de prensa de la Casa Real?. Se supone que la Casa Real tiene que tener una relacion fluida con los medios de comunicacion y debe o deberia saber ( ya se ,la libertad de prensa y esas cosas, pero en el mundo real todos hablan con todos o a traves de otros para saber que va a pasar de antemano) que van a poner una noticia sobre la Reina o cualquier otro integrante de la Casa Real. Y el jefe de protocolo, no podria “vetar” ese color en el vestuario de la Reina? que digo yo que por ropa no sera.
2. No tenia El Mundo otra foto que poner en la portada de la Reina en otro evento?.. Cada vez estoy mas convencido que este periodico es Republicano a su manera.
3. Es un montaje fotografico y le han cambiado el color al vestido con Photoshop?. Ya seria la bomba, y desde luego , si no querian hacerle publicidad , se la estan haciendo a base de bien.
4. Si Orange o Amena hacen una campaña del mismo tipo con la Reina, veremos a la reina de Naraja o Verde ?.
Ahi lo dejo…os invito a seguir formulando nuevas preguntas.
saludos
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Hola a todas/os
Llevo en AM un par de años y tengo que decir que si bien es cierto que algo de perfiles fantasma si que hay, los llamados robots, la mayoría son perfiles reales, he mantenido en todo este tiempo contacto con innumerables mujeres y relaciones con mas de veinte.
Lo que realmente no funciona bien en este portal, son los reembolsos. Cuando te contacta algún perfil falso y lo dan de baja solo te reembolsan 5 créditos, cuando lo mínimo en cualquier contacto son de 10 créditos en adelante.
En fin que por lo menos ami que soy real de carne y hueso y no tengo nada que ver con estos señores, no lo veo como timo.
Saludos