Derrocha sensatez, cualidad preciada en tiempos de crisis de valores como los de hoy, en los que además hay una infoxicación de contenido. Como dice Iñaki Gabilondo, "lo primero que escasea en las inundaciones es el agua potable". Y Victoria Prego es experta en hacer potables esas aguas de la actualidad. No necesita presentación pero está bien recordar que es una maestra del periodismo que ilumina la realidad desde la valentía y el conocimiento.
Se presenta, junto con un equipo de periodistas, a las elecciones de la Asociación de la Prensa de Madrid, que se celebran el jueves 19 de este mes. La candidatura de Prego es la alternativa a la de la actual presidenta, Carmen del Riego, para gestionar una asociación que -en mi opinión como asociado- debería ser una referencia moral y de periodismo para la sociedad.
Como Victoria Prego es además una de las periodistas que mejor conoce la historia de la democracia en España (es autora de tres libros y una serie de televisión sobre la Transición), quise que compartiese aquí sus impresiones sobre las próximas Elecciones Generales del 20 de diciembre y el desafío de Cataluña. Pero de lo que más hablamos es del momento actual del periodismo y de los planes que Victoria Prego y su equipo tienen para revitalizar una Asociación de la Prensa de Madrid que, creo, ganaría mucho con alguien como ella al frente. Nos sentamos y de una agradable conversación, salieron estas palabras.
¿Qué culpa tenemos los periodistas de la falta de credibilidad del periodismo?
Bastante, porque nos hemos rebajado a un ejercicio que no es bueno. El periodismo basura es muy malo para la profesión y para su credibilidad, porque luego cuando levantamos la voz, puede que no nos escuchen. Tendríamos que ser más cuidadosos en dónde metemos los pies. Y últimamente los hemos metido en demasiados charcos que no deberían correspondernos.
Con “periodismo basura”, no hablas de televisión solamente, ¿no?
Hablo en general pero la tele, de una manera importante; porque es la que tiene más audiencia. No ha pasado eso en las radios, que siguen teniendo un ejercicio periodístico impecable.
Los diarios han perdido mucha credibilidad, por varias razones. Una de ellas es que hoy tiene mucho más poder un gestor que un director editorial…
Eso es un drama. Estamos derivando hacia que las grandes corporaciones poseen los medios de comunicación y pretenden someter a los periodistas a sus intereses estratégicos, que son políticos. Y esto es un drama y es algo que tendremos que aprender a combatir con prudencia pero con eficacia. Ya no es ese empresario periodístico de toda la vida, que quería tener un periódico y no quería forrarse con ello; ahora, los medios de comunicación forman parte pequeña de las grandes empresas multinacionales que tienen intereses estratégicos que inciden en la vida política del país. [Imagina Victoria Prego una frase típica del debate público]: “Que los medios públicos no se politicen…” [Y contesta]: ¡Ni los privados!
Hay periódicos que, por la deuda con tal banco o por mirar más a sus accionistas que a sus lectores, han perdido la credibilidad y los lectores. ¿Tienen vuelta atrás?
Los periódicos están bajando de audiencia porque se acaba el tiempo del papel, pero no creo que desaparezcan nunca: se convertirán en objeto de consumo de las élites, de grupos influyentes. Pero creo que los medios de comunicación, cuando se someten a esos intereses, pierden muchísima credibilidad, porque los lectores no son imbéciles y se dan cuenta de cuándo un periódico deja de ser lo que era; y entonces dejan de comprarlo. Yo creo que sí tiene remedio, porque en otros países siguen existiendo medios de comunicación con credibilidad.
Pero no vemos más que caer a las marcas antiguas a la vez que emergen las nuevas marcas…
Eso ha pasado siempre en la historia. Unos mueren y otros nacen. Lo que importa es a qué intereses se sirve, y los periodistas tenemos que batallar para servir a los intereses de los CIU-DA-DA-NOS (enfatiza cada sílaba).
Uno de los signos de identidad de esas nuevas marcas es que son medios más austeros en sus gastos. Y eso en algún caso quizá colisiona con las condiciones laborales que tú, si eres presidenta de la APM, deberías defender. ¿Hacia dónde vamos?
Al hilo de la crisis se ha metido un hachazo a los profesionales del periodismo brutal. También en todos los trabajos, pero creo que los jóvenes periodistas están ‘proletarizados’, y creo que habría que batallar para defender un límite mínimo por debajo del cual no se acepta trabajar. Y eso de trabajar gratis, por supuesto que no. ¡Gratis no se trabaja! Y ahora que la crisis empieza a remitir, a ver si nos recuperamos también en sueldos. ¿O nos vamos a quedar en sueldos de crisis cuando la crisis haya desaparecido? Ese es un riesgo manifiesto que se corre.
Hablemos de las Elecciones de la Asociación de la Prensa de Madrid, que se celebran el próximo jueves 19 de noviembre. ¿Por qué quieres ser presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid?
Hace años que algunas personas me lo vienen pidiendo y yo no estaba en disposición; lo que pasa es que me siento muy en deuda con la Asociación de la Prensa de Madrid. Yo he estado muy enferma [tuvo un cáncer de pulmón] y la asociación se portó conmigo de una manera inmejorable: en afecto, en eficacia, en respuesta inmediata, en coordinación…no puedo más que agradecer en el alma el trato que me dio la APM. Aparte, que mi tratamiento sería carísimo. Pero he tenido todo el respaldo de la Asociación. Por lo tanto, me sentía en deuda y ahora, que tengo un poco más de tiempo, pensé que podía ofrecer mi esfuerzo y mi trayectoria al servicio de los intereses de la Asociación de la Prensa, y eso es lo que he hecho.
¿Por qué votar la candidatura que tú encabezas?
Porque creo que lo vamos a hacer bien. Porque la candidatura está compuesta por unos periodistas estupendos, conocidos de todos, honrados, buena gente y con -decía en un tuit- con el ego bajo control; lo cual es muy importante y escaso en este oficio. Y creo que vamos a poner nuestro entusiasmo y nuestra capacidad, que todo el mundo la conoce; yo no soy una desconocida: a mí me conoce la gente, sabe quién soy y cuál es mi trayectoria. Entonces, yo pongo mi nombre, mi trayectoria, mi curriculum y mi capacidad al servicio de la APM y, conmigo, los demás componentes de mi candidatura que, insisto, son unos periodistas espléndidos y de trayectoria conocida. Y por lo tanto, creo que merecemos la confianza y creo que no vamos a defraudar.
¿Qué planes tienes para la APM?
En el blog de la candidatura está el programa. Creo que la Asociación de la Prensa debería ser un referente más sólido y más presente en el mundo del periodismo español. Desde luego, en el madrileño; pero claro, el periodismo madrileño es determinante en el periodismo en España. Yo creo que [la APM] debería ser un centro de debate efectivo. Es decir, que los debates electorales se tendrían que celebrar en la Asociación de la Prensa; y hay otros muchísimos debates que la Asociación de la Prensa tiene que liderar. Debe abordar los temas y plantearlos abiertamente para la discusión. Es decir, pienso que la Asociación de la Prensa debería tener más presencia, más influencia y más poder.
Para tener más poder, quizá debería tener más asociados. La APM es la asociación de la prensa más numerosa de España (somos 7.436), pero llevamos años perdiendo asociados…
Hay una generación, la de los 40 años, que no se asoció. Los jóvenes se están asociando más, pero creo que necesitamos rejuvenecer la asociación, sin duda ninguna. Y dar atractivos para los periodistas; pero no solamente por el servicio médico, que es fundamental; sino por lo que tengamos de amparar los intereses y los problemas de los periodistas en el ejercicio de su profesión, que son muchos. Y tiene que ser el sitio en el que todo eso tenga cobijo.
Eres consciente de que la inmensa mayoría de los asociados lo somos casi exclusivamente por el servicio médico…
Sí, pero eso es porque la Asociación casi no ha dado la cara en otros departamentos en los que debería darla. La Asociación de la Prensa tiene que ser el sitio donde se ampare a los periodistas, sus necesidades y sus preocupaciones; y el servicio médico es muy importante, desde luego que sí, pero no puede ser lo único.
¿Cuál es tu valoración de estos últimos cuatro años?
Buena.
¿En qué terreno se puede avanzar más?
En todos. El servicio de asesoría jurídica de la asociación ha asesorado gratis a muchísimos periodistas en esta legislatura, y con muy buena valoración por parte de los periodistas, que son los clientes del servicio. La Asociación no tiene mucho dinero para gastar, pero si pudiéramos intentar un acuerdo con un bufete de abogados que nos hiciera un precio asequible a los periodistas por ofrecernos asesoría laboral, sería muy bueno. Porque ahora mismo, los periodistas tienen muchos problemas en este sentido. Nosotros vamos a intentar buscar ese acuerdo.
¿Qué te parecen los colegios profesionales?
Me parecen bien pero exigen la titulación específica, y yo tengo dudas sobre si el periodista es aquel que tiene el título o si son más, porque las nuevas tecnologías han introducido una manera de hacer periodismo que no es el clásico, y eso tenemos que abordarlo: tenemos que incorporar las nuevas profesiones del periodista. Yo me pregunto: un señor que va con una cámara de televisión y hace toda la información, ¿es periodista o no es periodista? Es un debate que hay que abrir. Y yo, que soy completamente batalladora contra el intrusismo, quiero poner el límite exactamente donde está el intrusismo, y no mucho más acá, porque dejamos fuera a muchísimos colegas, y eso no me parece bien.
Eres una experta en análisis político. Si el 20D se abre una etapa de un nuevo Gobierno, en el que haya una mayor moderación en todo y eso incluye que no 'se meta tanto la cuchara’ desde el Gobierno en los medios de comunicación…¿crees que se abrirá una nueva era con un periodismo más independiente?
Si el periodismo independiente depende de quién gobierne, estamos buenos…porque el Gobierno no puede meter la cuchara en el ejercicio de la profesión. No podemos depender de si Zapatero era más tolerante de Rajoy o viceversa. Este es nuestro problema: si estamos pendientes del político que manda, ya estamos mal. Yo no creo en las nuevas eras. No creo que 'llega Moisés y se abre el Mar Muerto y pasamos todos'. El discurrir de las sociedades es una cosa mucho más armónica pero más matizada.
Habrá un Gobierno que se tendrá que tentar mucho la ropa antes de permitir grandes casos de corrupción. Porque ya la tolerancia de la sociedad ha llegado al límite y eso tiene unos efectos. Pero la corrupción va a seguir existiendo, como el aire que respiramos. Lo que pasa es que tenemos derecho a aspirar a que los partidos que están en el poder no se conviertan en organizaciones criminales, de saqueo de los bolsillos de los ciudadanos, que es lo que ha pasado. Tenemos de todo: los ERES de Andalucía, los fondos de formación, Gürtel…y los Pujol, que son la bomba, el acabose. Creo que eso está en trance de terminar porque las investigaciones policiales han puesto de manifiesto toda la suciedad; y es muy difícil volver a repetir eso, porque podría haber un levantamiento popular. No creo que suceda…
Y no sé quién va a gobernar. Me da la sensación de que lo de Cataluña está, de momento, llenando el cesto de votos del partido en el Gobierno. Y si este fuera del PSOE o de otro partido, también se los llenaría: es decir, la gente está apoyando a quien tiene el poder y las riendas para que conduzca lo de Cataluña. En este caso es Mariano Rajoy pero podría ser otro Presidente del Gobierno. Y el Presidente va a llenar el cesto de votos en este poco más de un mes.
¿Y a Albert Rivera le va a favorecer?
A Albert Rivera también le está favoreciendo esto, sin duda; porque lleva muchos años teniendo un discurso muy rotundo, de hace mucho tiempo, en Cataluña, en territorio difícil; pero como los resortes del poder están en manos del Gobierno de turno, creo que la gente va a respaldar a quien está en el poder, siempre que no meta la pata de aquí a un mes.
Foto tomada prestada de EFE (Autor: Kiko Huesca).