Nunca estuvo tan mal el periodismo. Se nos va por el desagüe. El conflicto de Gaza está dejando ver como nunca el mal periodismo que hacen los diarios tradicionales en España. El día que murieron 100 palestinos, El País llevó esa noticia a la portada de su web de esta curiosa manera:
Sí: mueren 13 soldados de Israel y 100 palestinos (la mayoría, civiles, y 17 de ellos, niños), e ilustran la cosa con una foto del dolor de los israelíes. ¿Casualidad? Puede. Lo que pasa es que si eso lo hicieron el domingo 20 de julio, el lunes 21 volvieron a las andadas con algo parecido:
Según la propia noticia de El País, mueren “unos 120 palestinos sólo este domingo. Tres de cada cuatro eran civiles y más de uno de cada cinco, niños“. O sea, que asesinan a decenas de inocentes civiles palestinos y El País vuelve a acompañar la noticia con una foto que habla del dolor de los militares de Israel. Muy ecuánime…
Rematamos el repaso del enfoque de El País con lo que pasó ayer viernes en su web, en la que hubo frenéticos cambios en el titular de una misma noticia, con el lógico cachondeo de la gente en Twitter:
Alerta: en este momento en la portada de El País hay un titular no complaciente con Israel. ¡Que alguien lo arregle! pic.twitter.com/K3voAmrzO1
— Bukowski (@Bukowski) agosto 1, 2014
Alguien debió de pegar un pescozón a alguien, y unos minutos después… ¡voilà! Titular cambiado:
Y, efectivamente, ya han arreglado el titular. Vuelve a ser todo culpa de Hamás. Entrañables imbéciles. pic.twitter.com/gZcTWOXiqA
— Bukowski (@Bukowski) agosto 1, 2014
Tras el revuelo, volvemos a ver otro cambio más:
Vuelve a cambiar el titular de portada de El País. Ahora mismo están lloviendo cuchillos y hostias en la redacción. pic.twitter.com/I29OqIRwUa
— Bukowski (@Bukowski) agosto 1, 2014
No hablamos de un solo medio, sino de una tendencia clara (que completo más abajo con otros ejemplos): los medios públicos y los diarios antiguos se alinean con todo lo que quiera pedirles el Gobierno. Es una alianza con el poder en la que dan la espalda a su trabajo: contar noticias tal y como suceden.
Ayer viernes, un portavoz del Gobierno de Israel acusó a Yolanda Álvarez, la corresponsal de TVE en Gaza, de ser una “activista de Hamás”, por su cobertura sobre el conflicto. ¿Qué hizo TVE ante un ataque tan brutal a una de sus periodistas? Nada. O mejor dicho, casi nada: TVE emitió un insuficiente tuit en defensa de su periodista. Lamentable. Yolanda Álvarez ha puesto rumbo a España “por razones personales” y mientras ella se juega la vida por haber sido señalada por un Gobierno extranjero de ser una terrorista, España no hace nada por ella. En cualquier país normal, Rajoy tendría que haber exigido disculpas a Israel, que ha puesto en peligro la vida de una periodista española.
En El Mundo, la salida de Pedro J. Ramírez sirvió para lo que estaba diseñada: para que el periodismo para los lectores se convierta en un cabaret en el que triunfa el “pídeme que toque la que quieras, Mariano“. Un ejemplo perfecto de esa sólida pareja de baile formada por Gobierno y diarios antiguos lo tenemos en este post en el que conté cómo El Mundo entierra el periodismo para regalarle al Gobierno una portada mentirosa contra Podemos.
¿Otra perla de El Mundo? El jueves llevaron un encarte publicitario de 32 páginas en el que se alaban las maravillas de Guinea Ecuatorial, un país del que hace sólo ocho meses el diario dijo que “trata a los periodistas como ratas” y que es “un régimen que viola los derechos humanos con una élite corrupta y la inmensa mayoría de la población en la miseria”.
De ABC y La Razón, ni hablamos. En definitiva, no parece casual que los viejos diarios se desplomen en ventas. A mí me da que su pérdida de lectores va de la mano de su pérdida de papeles. Y su deserción del periodismo tiene mucho que ver con la pasta que en todo el mundo tienen los israelíes, con los fondos de inversión, con las pérdidas millonarias y los créditos pendientes…en resumen, con lo de poderoso caballero es don dinero. Es una estrategia que funcionó…hasta que llegaron las redes sociales, los blogs y los medios independientes que en la red desmontan tanta patraña.
Antes el periodismo solía controlar al poder. Hoy, en los viejos diarios se besan en los morros con un Gobierno que ha visto en este romance contra natura su oportunidad para pastorear a los medios a cambio de ayudarles a que su quema se retrase algo. Lo último es la mal llamada Tasa Google, que es en realidad el Canon AEDE, un atentado a la democracia cocinado al alimón por los medios de AEDE y el Gobierno del Partido Popular (lee lo escrito por Antonio Delgado, Ricardo Galli, David Bollero, Enrique Dans o Carlos Otto).
De 750 medios referenciados en Google News, sólo unos 70 son de AEDE. Y aun así, han impuesto al Gobierno una ley que les perjudicará a todos ellos con tal de que el Gobierno les regale unos 80 millones de euros al año, que nadie sabemos de dónde van a sacar. ¿Qué gana un Gobierno que regala 80 millones de euros a los medios que van camino del abismo…? Imagínatelo: barra libre de masajes en la espalda de los directores de esos medios a cada uno de sus ministros.
Pedro J. se relame las heridas agazapado y cuenta muerto de asco los millones que obtuvo por dejar su droga -el trabajo-, a la espera de su momento para volver al periodismo que le hace sentirse vivo. “Sueña con volver aclamado, como Steve Jobs“, me decía el otro día Mario Tascón. Pero eso no va a pasar. Los directivos del diario que fundó, El Mundo, prefieren una huida hacia adelante fusionándolo con ABC, y ganar así tiempo mientras agotan sus carreras y esquilman a sus accionistas.
Ni por un momento ha tenido ninguno de esos directivos la tentación de decir: “vamos a poner patas arriba el diario y vamos a reinventarnos para captar de nuevo a los lectores“. Ese camino -que es muy difícil, ojo- no estuvo nunca en sus planes. Antes prefieren pedirle a papá Gobierno que les dé la paga. Mientras la tengan, seguirán hundiendo la credibilidad de sus medios. Decía hace poco el maestro Ramón Lobo que “los periodistas somos parte del problema de la casta a la que alude Pablo Iglesias“. Por desgracia, los análisis lúcidos vienen sólo de quienes, como Ramón, ya no están en ninguna de esas viejas cabeceras. Y en sus redacciones, los periodistas sensatos tiemblan de miedo callados mientras sus jefes afinan para tocar la música como lo hacía la orquesta del Titanic…
Sí, Pablo, el periodismo sí que ha estado antes tan mal. Y peor. Los mismos medios durante la segunda intifada, por ejemplo, o pasando por alto durante décadas cientos de millones de euros en Suiza o en Andorra, o cambiando campañas de publi inocentes o puntos y comas subversivos en páginas relacionadas con Israel. No es nuevo, para nada, lo que pasa es que antes no teníamos con qué comparar ni podíamos compartir la rabia con tanta gente.
No hay ecuanimidad en la prensa, ninguna. Por lo tanto si quieres informarte bien tienes que correr como en un campo de minas, buscando no caer en otra trampa. Lo bueno (si, lo hay) es que todo esto nos hace críticos. Comparar versiones es un ejercicio mental fabuloso, siempre que se mantengan las distancias y no caigamos en la infoxicación. Todo un caminar en el alambre.
Excelente artículo. Felicidades y gracias. Pero aunque sea a título de información para lectores curiosos, en estos momentos, el periódico -más bien revista- digital mejor dotado de contenidos comprometidos y certeros es El Manifiesto (www.elmanifiesto.es), que indica por dónde irán las tendencias creativas y los estilos narrativos: poca sumisión al poderoso y mucho ecelecticismo políticamente incorrecto. Los demás sucumbirán y desaparecerán del mercado..
O sea que periodismo, Peridismo y Libre, sí se hace; otra cosa es que sea rentable a sus editores.
Lo dicho. Un abrazo.
No sé lo que leéis. Pero yo, encuentro más bien enfoques críticos a los israelíes. Sobre todo si voy a ciertas fuentes como ONU, UNRWA, Amnistía Internacional. En cambio escasean explicaciones sobre el modo de armarse y la finalidad de los ataques de los palestinos. Quién los arma. Qué pretenden con esos túneles. Qué esperan de sus ataques.Me preocupa también la profunda división existente entre los árabes de Gaza y los de Cisjordania. . Tampoco me basta un alto el fuego, si los israelíes no dejan de construir en Cisjordania. Por otro lado me ha parecido decepcionante la intervención de Obama limitándose a pedir el desarme de los árabes.En fin, creo que de momento no hay salida. Creo que es uno de los temas más complejos y no es de extrañar que los medios ded comunicación tengan sus problemas a la hora de enfocar correctamente los hechos, las cuestiones de fondo y las responssabilidades.
el tema es “tan complejo” como pudo serlo la colonización de Sudamérica por los españoles, el exterminio de los indios en norteamérica por los ingleses y franceses o el genocidio perpetrado en australia, tasmania y nueva zelanda por los ingleses…
En definitiva, caucásicos (argentinos, uruguayos, polacos, rusos…) que invaden una región (palestina), les roban sus recursos y los masacran con armas más sofisticadas…
¿Qué hacen los indígenas? Defenderse como pueden, no como quieren.
¿Qué hacen los medios de “comunicación” y ntros. gobiernos? Alinearse con el más fuerte (con el opresor).
¿Qué les queda a los palestinos? -vivir de rodillas mientras les siguen robando tierras y recursos, y siendo asesinados y secuestrados por decenas, como en Cisjordania… o responder con la lucha armada, siendo entonces masacrados por cientos, como ocurre en Gaza.
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Aquello del “compromiso con la verdad” se ve empañado con los intereses que tengan los dueños, administradores o responsables de los medios en relación a los temas de la contingencia. Mientras más involucrados estén éstos, más distorsionada la información.
Interesante el análisis.
Vayan mis más cordiales saludos
Gonzalo Figueroa Cea
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Excelente artículo, Pablo. Enhorabuena.