Ayer estuve en la presentación de Prusland, un nuevo sistema que permitirá a cualquiera obtener ingresos por compartir un vídeo en internet. El concepto es muy sensato y tiene algo de revolucionario: convierte al usuario de a pie de la web en protagonista y le facilita las herramientas para poder ganar dinero si su vídeo es muy visto en la Red. Se explica bien en su breve vídeo de presentación:
Por definiros de un golpe el funcionamiento, yo diría que es una lonja del 2010: online, rápida y transparente. El pescado que se compra y se vende aquí se llama anuncios, que van insertados en los vídeos (de máximo 5min) que cada usuario aporte como contenido. Y, como en toda lonja, en Prusland se encuentran varios perfiles que compran y venden:
Productor: es el autor del vídeo, ya sea un bloguero, una compañía que produce vídeos profesionalmente o un simple usuario de internet que, como el del famoso viral Contigo no, bicho, sube un vídeo que terminan viendo 4 millones de personas. En Prusland, el productor elige si quiere llevarse el 100% de la publicidad que su vídeo genere o si prefiere compartir un porcentaje con un distribuidor que amplíe el alcance del vídeo en la Red.
Distribuidor: es quien -profesionalmente o por afición- tiene capacidad para hacer que un vídeo se extienda como la pólvora. De nuevo, puede ser alguien con una web muy visitada, un blogger o, simplemente, una persona que sabe moverse en internet y generar viralidad. Si un vídeo de Prusland le tienta y se ve capaz de convertirlo en un éxito en la Red, puede proponerle al productor del mismo acuerdos para compartir los beneficios que genere su distribución.
Anunciantes: son la madre del cordero, claro. Sin ellos no hay sistema. Son compañías que saben que mucha gente ahora ya no ve la tele, no lee periódicos y sólo pueden llegar a ellos mediante anuncios en vídeos chulos que se intercambian a través de las redes sociales.
Una vez que se cierra la pareja vídeo+anuncio, el autor y/o el distribuidor pueden hacer realidad el lema de la empresa, "Pon tu vídeo a trabajar", y empezar a publicar el vídeo (con el anuncio insertado) en donde quieran (blogs, webs, redes sociales, envío por email…). He estado probando la plataforma y funciona bien, o a mí me lo parece 😉
Cuánto se gana en Prusland. No quiero explicar el sistema porque ya alguien lo ha hecho mejor. Pero básicamente es un mercado transparente en el que los dueños de vídeos eligen qué campaña prefieren (¡ojo, que no es al revés!), aunque los anunciantes tienen derecho de veto si les elige un vídeo que atenta contra los valores de su marca. Se pagará entre 11 y 13€ por cada 1.000 visionados del anuncio (que antecede al vídeo al que acompaña). Haced cuentas: un vídeo visto 50.000 veces te da para una cenita (55-60€), mientras que uno con 4 millones de visionados (ej. Contigo no, bicho), le habría reportado a sus autores la nada despreciable cifra de 40 ó 50.000 euritos. A continuación os pongo un par de pantallazos de la web, aún abierta sólo por invitación (si pincháis en la imagen, se amplía).
Nota sobre el nombre: Prusland=PRoductores+USuarios+LAND (La tierra de los productores y usuarios)
Conclusión: Prusland tiene sentido pero ¿tendrá futuro?
El sistema que nos mostraron ayer sus impulsores, Juan Pita y Antonio Fernández, tiene mucho sentido y está bien pensado. Para los productores y distribuidores, es impecable: nadie les había ofrecido un sistema real para generar ingresos por sus vídeos (Youtube lo hace sólo para cientos de miles de visionados y es escasísima la gente que entra en ese programa de ingresos), y encima la herramienta es altamente adictiva por lo divertido que es jugar a brujulear, buscar acuerdos, hacer contraofertas, etc.
La pega se la puso ayer alguien en la presentación con una pregunta que todos íbamos a hacer: ¿Cómo vais de anunciantes? La respuesta de Prusland fue citar dos o tres ejemplos reales de campañas que ya se han decidido a probar en la plataforma (Playstation, Coca-Cola, Movistar y Peugeot). Pero a mí me quedó la sensación de que se agarraron como clavo ardiendo a esos pocos nombres a los que han arrancado un compromiso de prueba. No es que yo dude de que estos inversores sean capaces de conseguir el sí de la industria publicitaria. Simplemente, creo que ni lo tienen ni lo tendrán en su totalidad hasta dentro de un tiempo. Esa parte, la offline, es la más difícil de su proyecto y la que puede hacer que Prusland triunfe o se convierta en una gran idea que no cuajó. ¿Por qué? A día de hoy, cualquiera que tenga o produzca buenos vídeos estará encantado de subir el suyo a Prusland, pues es el único lugar que le permite hoy de verdad obtener ingresos. Es decir, el contenido bueno lo tienen asegurado. Lo más difícil es que consigan ser la plataforma a la que los anunciantes confíen su inversión. Y esa es la clave, porque podrían surgir otras plataformas similares que cuenten con el respaldo de las centrales de compras de medios, agencias, etc., y hacer que el nuevo lugar al que subir tus vídeos se llame de otra manera.
En todo caso, la iniciativa es impecable y desde aquí les deseo a sus impulsores toda la suerte del mundo. Ojalá contribuyan a democratizar los ingresos publicitarios y consigan que la gente con talento gane dinero gracias a sus buenos vídeos.
Ah, como el movimiento se demuestra andando, os dejo un ejemplo de vídeo que he subido a la plataforma. Me aseguran en Prusland que este es el primer post publicado con un ejemplo real de vídeo+publicidad de Prusland. Así es como se ven los vídeos con publicidad de este nuevo marketplace, y así es como felicitamos en Goodwill las ya lejanas navidades de 2008. Seguro que os suena alguno de los actores 😉
Pingback: Prusland: Un marketplace para unir marcas con creadores de vídeo | Yorokobu
Pingback: Tweets that mention Prusland, la lonja publicitaria del vídeo online | Comunicación se llama el juego -- Topsy.com
Buen post, Pablo, sólo discrepo en lo ‘revolucionario’. Hay muchísimos sitios que se dedican a esto mismo, sin que se conozcan verdaderas historias de éxito.
Según Time, Google no consigue sacar dinero de Youtube, ni parece que lo consiga http://www.time.com/time/specials/packages/article/0,28804,1898610_1898625_1898631,00.html .
Si fuese una marca cuidada no me gustaría verme en el mismo lote con el vídeo de tu ejemplo, por más visitas que tenga, porque lo más probable es que la audiencia no sean mis clientes. Por otra parte, tampoco me iba a anunciar en un sitio pequeño, sin tener la certeza de si mi vídeo se iba a ver en un pueblo de Guadalajara o entre los deportistas de toda España.
Ese parece ser el mayor problema para rentabilizar los anuncios, que sí pueden crecer en los propios sitios de las marcas (pongo por ejemplo a ferugby.tv, con dominio-alojamiento propio, que empieza a incluir pre-rolls de sus patrocinadores y allí todos ganan: el proveedor de tecnología, la marca, los patrocinadores y los que no hay que olvidarl nunca: los usuarios finales).
Por otro lado, en VideoEgg, por ejemplo empezaron con una estrategia parecida, admitiendo a masas y también en Brightcove, pero abandonaron para especializarse en cuidar a sus clientes elegidos.
Prusland se parece mucho a una redistribución de Ooayala (ex-googlers, MountainView 20079; supone unos 9500€/mes la versión básica con gestión de anuncios.) Muchos overheads mientras siga prevaleciendo la falsa idea del ‘todo gratis’. Si los patrocinadores del proyecto aguantan el tirón, dentro de bastante tiempo será un éxito porque habrá mercado para todos, pero hoy , ummm, no creo que sea el caso. Nos hemos saltado la alfabetización en las empresas, por lo que deseo a Prusland toda la suerte y que su proyecto tenga éxito: será bueno para todos.
Hola Marian, tienes razón lo que comentas. Por esos mismos motivos, por el problema que tienen las marcas en llegar a un target específico en Internet, en Prusland hemos intentado “superar” esos obstáculos de modo algo diferente.
En el momento en que tú escoges la publicidad para tu vídeo, se supone que (y digo se supone porque está claro que cada uno hace lo que quiere) vas a escoger un anuncio que te interesa, que va con tu vídeo, que no te resulta molesto o que incluso te gusta, por el motivo que sea. En definitiva, una publicidad que puede llegar a interesarte. Si te interesa a tí, es bastante probable que le interese a tu público, por lo que desde ese momento la publicidad está llegando a un target determinado. Te pongo un ejemplo, un vídeo de Surf asociado a un anuncio de una tienda dedicada a ropa deportiva.
Nosotros hacemos hincapié en que es muy importante elegir bien los anuncios que se añaden a un vídeo. Aprovechemos que podemos elegir, por una vez en la vida, la publicidad que vamos a ver y escojamos bien. Todos saldremos ganando: el productor, porque utiliza publicidad menos “molesta” y se lleva un beneficio económico, la gente que ve el vídeo, porque se siente menos “invadida” por la publicidad, y el anunciante, porque llega a un público concreto posiblemente bastante cercano a su target.
Lógicamente todo esto es teoría, y habrá que ver cómo funciona en la práctica, pero creo que la base puede llegar a funcionar con un buen equilibrio. También está claro que los tres actores principales deben poner de su parte para que funcione.
Por cierto, gracias por tu post, Pablo!
Saludos!
Muy bueno!!!
Habrá que probarlo
xD