Justo hace un año os conté fascinado que me había encantado la campaña 'Pastillas contra el dolor ajeno', de Médicos Sin Fronteras. Si no conociste aquella campaña, te resumo en qué consiste: Tú compras una cajita de caramelos por un euro, y ese dinero -salvando costes- MSF lo aplica a paliar el dolor de enfermos que no tienen acceso a un tratamiento. Me enamoró la genialidad de hacer tan tangible lo que a la gente le cuesta digerir: envolvieron en un paquete de pastillas de menta la idea de ayudar a otros. Y encima lo hicieron con brillantez en toda la comunicación, empezando por un spot póstumo protagonizado por el gran Luis García Berlanga, que te enternecía.
En definitiva, fue una campaña que conmovió a muchos: MSF lleva ya más de 3 millones de blísters vendidos, y 2,4 millones de euros que van directos a ayudar a que enfermos olvidados, según cuentan…
Esto nos ha permitido cubrir los costes anuales de nuestro proyecto en Bolivia, en el que en 2010 hicimos pruebas de Chagas a 5.500 personas y en el que hasta ahora hemos tratado a unos 4.000 pacientes. Los fondos recaudados también cubren tres cuartas partes del coste de dos proyectos en Zimbabue, en los que tratamos a 11.000 pacientes de VIH/sida al año, en colaboración con el Ministerio de Salud.
Este año han decidido volver a la carga y renovar la campaña, con la misma esencia de que por un euro compras pastillas en tu farmacia que curan a gente en otra parte del mundo. Me encanta igualmente la idea general y me sigo sintiendo implicado para pedirte que te contagies y participes; pero no me ha gustado nada la nueva ejecución, con un spot protagonizado por Javier Bardem y Luis Tosar. Os lo pongo y comentamos:
Además, hay otros dos anuncios individuales, uno de Bardem y otro de Tosar, que son parecidos a la pieza principal. Igual soy rarito, pero me repele el tono de cabreo que tiene el anuncio, la violencia que contienen esos gritos y esas imágenes, por mucho que sea una bronca buscada y con un fin loable, concienciar sobre el dolor ajeno. No, no me gustan porque me dejan mal cuerpo y me hacen desear apagar el vídeo y cerrar la ventana sin tomar decisión alguna. Mal sabor de boca, frente al dulcísimo recuerdo que te quedaba al ver el anuncio de García Berlanga.
Son dos estrategias antitéticas: una provoca empatía y la otra pretende usar un tono agrio para remover conciencias. No sé, pero creo que la anterior invitaba a compartirla y ésta llama a pasar mal rato, sin más. Y a ti, ¿te gusta la línea de esta nueva campaña? A mí no me convence pero creo que es más necesario que nunca que todos colaboremos con ella. Por eso te pido que te contagies y te animes a bajar a una farmacia para comprar pastillas contra el dolor ajeno. Es poquísimo el esfuerzo que aquí hacemos, y gigante el beneficio que producimos allí, donde lo necesitan ;).
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#0 ya ha salido (tanto la nueva campaña como la anterior)
http://www.meneame.net/story/gritar-dolor-ajeno-demostrando-expresando-nos-ll
http://www.meneame.net/story/duele-dolor-ajeno-hazte-oir
http://www.meneame.net/story/campana-msf-pastillas-contra-dolor-ajeno-vende-m (la anterior campaña)» autor: danic
A contagiarse todos!!!!!
El año pasado ya me gusto, este año me sumo… gracias por recordarlo
Pingback: Pastillas contra el dolor ajeno: ¡contágiate!
La campaña, conceptualmente, es excelente y plasmada en el spot de Berlanga era un gran corto de cine, creíble y que te dejaba tocado y pensativo, además del impacto innegable de ver a Berlanga en una irrepetible póstuma actuación. Esta última me chirría en la forma, que no en el fondo, primero porque no llega al órgano que tiene que llegar.. se queda en el oído medio, y segundo porque el estallido de gritos altera el tono del mensaje, y lejos de mejorarlo, lo distorsiona.
Si esta campaña no tuviera el precedente del spot anterior, no hubiera calado tan hondo y tan extensamente entre la población.
Alberto
Sinceramente me parece claro que el grito no es una bronca en absoluto, sino el grito de dolor transferido de un enfermo (evidentemente lógico) a una persona sana (por empatía). Dicho ésto, sí que el anuncio de Berlanga era mucho más dulce y te conmovía, mientras que este te llama a la atención pero menos a la acción, tal vez. Igualmente yo me voy a comprar unas pastillas, qué me duelen los demás.
Como otros muchos aquí, suscribo al 100% lo que Pablo afirma en relación con la nueva ejecución de la campaña. Los nuevos spots son absolutamente repulsivos – “chirriantes” como dice Alberto-, e imagino que tendrán su reflejo negativo. Algo lamentable teniendo en cuenta la enorme calidad del claim (y, por supuesto, del spot del maestro Berlanga) y la finalidad de la campaña.
Es más, creo que si el proyecto de MSF hubiera contardo con el apoyo/patrocinio de una empresa privada, los nuevos anuncios no habrían superado el filtro del Departamento de RSC; por pura lógica… ¡de cajón de madera de pino!.
Un cordial saludo,
Intentemos entre todos aliviar ee dolor con nuestro granito de arena.
Suscribo el comentario de Pablo sobre los spots: desde el punto de vista estrictamente comunicativo, prefiero el primero de Berlanga al segundo. Ahora bien, hay otro aspecto que creo merece una reflexión. El discurso de fondo de la campaña presenta algunas carencias. Por ejemplo, se proyecta una imagen de dependencia del Sur con respecto al Norte y no hay referencias a las causas estructurales que motivan la existencia de esos enfermos olvidados (por ejemplo, la falta de investigación en enfermedades que afectan a los países empobrecidos porque no reportan grandes beneficios a la industria farmacéutica). En definitiva, la campaña no promueve el cambio social ni una ciudadanía bien informada y crítica, y la solidaridad se plantea como un acto aislado que no requiere de gran esfuerzo y no como un compromiso a largo plazo sustentado en una reflexión sobre las causas de las situaciones de desigualdad que existen en el mundo.
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Hola Pablo,
Enhorabuena por la crítica consturctiva, pues a pesar de haber expresado algo con lo que mucha gente puede estar de acuerdo (yo desde luego lo estoy), lo haces con sumo respeto y sobre todo animas a todos a que sigan comprando las Pastillas. en mi opinión, acertada o no la imagen de la campaña, el objetivo final de MSF es completamente loable. Y sólo por corregir dos cosas de las que se están diciendo, os paso los datos que me han dado desde Fedifar, uno de los colaboradores de la campaña,
1) Sí se hablan de las causas estructurales. No en el spot, pero si en el dossier de Prensa y en las entrevistas que hacen: “Cada día mueren en el mundo 8.000 personas a causa de enfermedades que en la mayoría de casos tienen solución, unas muertes que en muchos casos serían evitables, pero que por falta de voluntad y de interés pasan desapercibidas. Se trata de las millones de personas que sufren de kala azar, de Chagas, de la enfermedad del sueño, de tuberculosis, de malaria o de sida infantil, y que en su inmensa mayoría viven en países pobres. Y es que, a pesar de los avances médicos de los últimos años, los enfermos de muchos países carecen de acceso a ellos”.
2) Los gastos de MSF para poner las Pastilas en las farmacias son mínimos, pues todo el mundo (distribuidores, famosos, farmacias, fabricante de caramelos, fabricante del envase, empresas de publicidad en exteriores, etc) colaboran de manera gratuita en la campaña. LAa cifra que das de 2,4 millones es errónea. Han destinado 2,7 millones de euros de los 3 primeros millones de cajas (creo que los 300.000 euros que faltan corresponden al IVA).
Efectivamente es una campaña muy necesaria y creo que hay que apoyarla. Pero me ha asombrado darme cuenta que has puesto en palabras, la sensación de desagrado y el sabor un poco de cabreo que deja el spot de este año. No es por comparar, pero el spot de Berlanga,a parte de querer comprar esas pastillas enseguida, era y es un spot brillante directo y tierno.
me gustaría saber porque esa campaña está integrada por rostros conocidos progres, sólo por progres (salvo alguna excepción de esas que se hacen para disimular un poquillo el sesgo de la misma) me parece una campaña sectaria que lejos de sumar, divide
Son unos datos impresionanates. Todos debemos darnos la enhorabuena. Sabemos que en los tiempos que corren, la solidaridad y los buenos gestos son cualidades que no todos sacamos a la luz. Por eso es muy importante ese dato, porque pese a como están las cosas en nuestro país, ha habido gente que se ha envuelto en una campaña de este tipo. Y no sólo deberían apoyar estas campañas la gente común, sino también las entidades corporativas. Éstas, deberían mostrarnos su cara más comprometida y perticipar en muchas de las campañas de este tipo.