Hace tres años enfermó gravemente una de las personas que más quiero. Al final se salvó pero durante mucho tiempo, ir a trabajar a tu oficina lo vivías como ir cada mañana a hacer la colada con desgana. Nada tenía sentido. En aquel tiempo me di cuenta de algo: la vida se te va volando. Y empecé a cambiarlo todo. Aprendí a comer sano, a hacer al menos 30 minutos de deporte cada día y a meditar antes del amanecer. Perdí 10 ó 12 kilos que cambié por felicidad. Reduje casi a la nada el ritmo de posts en este blog e hice dieta de redes sociales. Leí decenas de libros que me hicieron crecer.
"La vida es un regalo", me dije. Tienes que sentir que tu trabajo es un juegazo, que quieres saltar disparado cada mañana para mejorar el mundo. Y después de casi 25 años, descubrí que trabajar como consultor de comunicación en mi agencia (Goodwill), aunque hacíamos un trabajo muy valioso para muchos clientes, había dejado de motivarme.
- Muy bien, Pablo, y entonces, ¿qué vas a hacer?
Quiero pasar de ayudar a las empresas a comunicar mejor, a ayudarlas a SER mejores. Si actúan con principios, convertirán a sus clientes en fans.
- Pero tú no eres ingeniero de caminos ni financiero. Eres un comunicador…
Sí, y usaré la comunicación, como el sentido del humor… para trabajar en cosas más profundas. Quiero divertirme y aprender, que es casi lo mismo. Para hacer este tránsito más fácil, me he fabricado un colchón que me ha robado miles de horas y ahora me dará alegrías. Desde hace más de un año he trabajado en silencio y sin descanso en un productazo en el que me he dejado el corazón: el curso online "Haz marketing de influencers con éxito”, que va a transformar a muchísimas personas en especialistas. Van a conseguir que los mejores embajadores les ayuden a aumentar la reputación de su marca y subir sus ventas.
El mejor curso online de marketing de influencers
El curso que lanzo estos días me ha tenido sin fines de semana, sin sentarme más de 5 noches en un año delante de la tele, sin ver a los amigos… Crear de cero un curso digital me ha supuesto miles de horas y me ha parecido el reto más difícil de mi vida profesional. Ha sido un parto con dolor, y ahora lo muestro con el orgullo de que el programa condensa en más de 12 horas de lecciones en vídeo y decenas de ejercicios, mucho de lo que he aprendido en 25 años como comunicador [Tienes aquí la información completa del curso para comprarlo o, mejor aún, apúntate a disfrutar de una masterclass gratis de una hora sobre cómo puedes conseguir que los influencers sean el motor de tu marca].
El marketing de influencers crece muchísimo, y también lo hace el fraude y la compra de seguidores por parte de algunos tramposos. Hacía falta transparencia. El curso ayudará a muchos profesionales a transformarse en expertos en marketing de influencia, y eso me ilusiona mucho :-). Y como funcionará genial, a mí me dará tranquilidad e ingresos para formarme más mientras arranco mi nueva vida…
- Eso, Pablo, tu nueva vida. ¿Qué vas a hacer entonces?
Tengo muy claro el qué y ahora estoy definiendo el cómo. Quiero ayudar a las empresas a que pongan la ética como timón, y así enamoren a sus clientes y los conviertan en fans. En la era digital, solo vale ser transparente, actuar con principios. Y ahí hay un filón. Hay un mar de personas deseando abrazar a las marcas que solo hagan las cosas que sean buenas para sus clientes. Hoy, 6 de cada 10 personas pagaríamos más o elegiríamos una marca con un comportamiento ético frente a otras similares (Según el estudio Marcas con Valores).
- Suena bien pero entonces, ¿vas a ser un consultor de principios o algo así?
No sé cómo se llama el trabajo. Yéndome a un símil televisivo, quiero ser el Alberto Chicote de las empresas. Dicho de forma más elegante, imagino ser director de orquesta y a la vez músico. Me explico: participaré en proyectos que tengan dentro dos guías invisibles: la ética y la decisión de poner a sus clientes y colaboradores en el centro, pero de verdad y no de boquilla como llevan años diciendo algunos directivos. Hay que innovar para reinventarse, crecer y conectar con el corazón de tus clientes.
Sueño con colaborar con especialistas en cada área que toquemos. Si para que una organización mejore hacen falta cambios a lo digital, contaré con expertos como Ramón Puchades o Jorge Segado; si se necesita una estrategia para enamorar a los clientes con la emoción de la voz -ojo, que aquí viene una oportunidad gigante para toda empresa-, lo haré con Roberto Carreras y VOIKERS -de la que soy accionista simbólico-; si hay que definir diseños web limpísimos o lenguaje clarito en contratos y documentos, llamaré a Mario Tascón y su más que prodigioso Volcán; si se trata de transformar la cultura de la organización, me apoyaré en José Manuel Chapado y Ethica para dar formación en valores; si queremos saber cómo es la relación de una marca con los consumidores, acudiré a Two Much y a Luismi Barral; y si se necesita comunicación digital, vídeo, marketing de influencia o relaciones con los medios, por supuesto me apoyaré en Goodwill Comunicación, mi agencia, en la que se queda al mando mi hermano Javier y un equipazo.
- ¿Pero no te habías ido de tu agencia?
Sí, claro, pero sigo siendo accionista y contaré con ellos -y ellos conmigo- en todo proyecto en que nos aportemos valor :-).
No solo dirigiré: pienso ser músico y tocaré algunos de esos palos. Y me sentiré feliz de contar con estos y otros grandes profesionales. Porque solo llegas antes pero rodeado de personas más brillantes que tú, llegas mucho más lejos. Quiero hacer cosas que me hagan sonreír y, con estas piezas, construir un puzle que dibuje formas preciosas y nunca llegue a terminar.
Mi nuevo proyecto tiene tres velas que navegan en la misma dirección: consultor, conferenciante y formador. Las conferencias arrancaron cada vez con más fuerza desde que lancé mi segundo libro -"Sé transparente y te lloverán clientes"- y gustan mucho en cada sitio en donde me las contratan. Y la formación la hago desde 2012 en varias escuelas de negocio a las que engaño diciéndoles que voy a hablar de "reputación y comunicación digital", pero en realidad enseño todo esto de enamorar al cliente desde la ética. Y el caso es que tanto en ISDI como en ESIC me funciona, porque los alumnos me puntúan con notas altísimas y comentarios como estos:

Mi idea es dar más formación en empresas y más conferencias, pues lo hago con pasión y eso se contagia: las personas que me ven salen motivadísimas. Quiero hacer proyectos que me diviertan y me saquen de mi zona de confort, que es el sitio donde he aprendido que pasa todo lo que te hace mejor. Y si el curso digital va como espero, es probable que cree otros y haga más incursiones en ese mundo de la formación online.
- ¿Y para qué tipo de empresas e instituciones quieres trabajar?
Ayudaré a aquellas empresas y organizaciones que quieren ser mejores y que no todo lo hacen bien. Marcas que apuesten por tener valores y crean en ganar dinero solo cuando eso ayuda a sus clientes y hace un mundo mejor. Quiero caminar con empresas que busquen avanzar en los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
- Entonces, ¿vas a hacer proyectos de RSC?
Si te refieres a eso que se hace para ponerlo en la memoria anual de la compañía, no cuentes conmigo. No seré yo quien ayude a las empresas a hacer greenwashing. No creo en la responsabilidad social corporativa como diploma para lavar conciencias. Debe ser un eje transversal, real y que guíe todas las decisiones. Una empresa que no impulsa y no hace mejor a la sociedad en la que gana dinero, es una mierda. Una que sí lo hace es una marca en la que sus clientes y sus trabajadores serán sus mejores comerciales, esos que la recomienden por pura pasión a sus cercanos.
- ¿Me das ejemplos de esas mejoras que dices?
Si un banco te vende una cuenta sin comisiones, no puede al cabo de un año cobrarte 28€ por una tarjeta, como me hizo el mío. Lo de menos son los 28 euros. Con ello pierden para siempre mi confianza en su palabra. La próxima operación que haga, la haré con otro banco que crea que sí aplica principios a nuestra relación. Son millones los que se van por ahí sin que queden reflejados en las cuentas anuales. Es una pérdida invisible y muy real. Otro ejemplo: que el techo del quirófano donde te operan evoque un cielo o que el médico se siente a tu lado y no separado por una mesa, no son chorradas. Infunde confianza y tranquilidad al paciente, y eso le conduce neuronalmente hacia una mayor curación o, si es el caso de un cliente, le dirige hacia la compra de tu producto.
- O sea, Pablo, que lo que vas hacer es dedicarte al customer experience, y tú de eso no tienes ni idea…
Nunca he trabajado en ello, cierto. Igual por eso aprendo y aporto una visión limpia, pues tengo mucha sensibilidad como ciudadano y cliente. Me recuerda a ese poema precioso de León Felipe, Romero sólo:
"No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera… menos un sepulturero".
Ahora, con lo del customer experience me pasa lo mismo que con responsabilidad social corporativa: me suena a palabras vacías. Lo que yo quiero hacer se parece más a lo que hace mi admirado Martin Lindstrom, del que os hablé en su día. Orientación al cliente de verdad. Hagamos cambios que impacten en las ventas y en la reputación, no consultoría para que un directivo calme a su jefe diciéndole que ha contratado a unos consultores. Me encantaría trabajar en proyectos con los que estoy conectado. ¿Por ejemplo? Me gusta mucho la sostenibilidad y la movilidad sostenible -me compré un coche eléctrico en diciembre- y cuidar el medio ambiente es una obligación gigante y una oportunidad de sobresalir: los ciudadanos queremos marcas valientes, que se comprometan a solucionar problemas, y ese es uno de los mayores. Las empresas solo pueden ser, en esto, parte del problema o parte de la solución. ¡Elige!
Nada de lo que comparto aquí ha sido fácil. Dejar una vida entera detrás es un cambio inmenso. Y a todas las personas nos dan miedo los cambios. Ese pavor me provocó eczemas en la piel durante meses. Y es ese vértigo el que al final te ayuda y te da la mano para que aprendas a ser mejor.
No sé cuál será el puerto al que llegue pero sí el rumbo. Y es un viaje que empezó hace mucho más tiempo. Los principios son el hilo invisible que une mis últimos años, desde mi libro a las conferencias o las clases, o incluso el activismo. Mejorar el mundo engancha. Es una emoción que compensa hasta los malos ratos. Me viene de familia y de haber tenido la suerte de crecer con una educación en valores. Lo importante del caso La Noria no fue que yo lo iniciase, sino que miles de personas sintieron que con ello mejorábamos un trocito de la sociedad, solucionábamos una injusticia. Cuando Antonio, el padre de Marta del Castillo, me llamó para darme las gracias, me caían lagrimones por las mejillas. Aquellas lágrimas borraron las noches en vela y, cuando una torpe querella casi me arruina la vida, no tuve duda: yo solo actuaría desde los principios.
Lideré otros movimientos para proteger a los denunciantes de corrupción, a favor de la comida sana en las máquinas de vending de los hospitales, o para salvar a unos periodistas de un atropello. Haciendo esas cosas buenas caí en que me llenaba más que mi trabajo y que con mi trabajo no estaba mejorando el mundo. Igual ahí empezó todo… porque, como dijo Steve Jobs, la vida se vive hacia adelante y se comprende hacia atrás.
¡Ah! Lo de "que no me pase lo que a Tomatito"… Una vez leí una entrevista que le hacían a este guitarrista, que acompañó a Camarón durante sus últimos años. Preguntaban a Tomatito cuál fue su peor momento profesional, y él dijo: "Nunca pasé tanta hambre como cuando murió Camarón. Durante un año, nadie me contrataba porque todos los cantaores pensaban: '¡Cómo voy a pedir yo a Tomatito que me acompañe… si era el guitarrista de Camarón!'". Y con la tontería, nadie se atrevió a llamarlo en un año, en el que apenas trabajó. Salvando las distancias -Camarón y Tomatito son dos genios-, comparto este cambio de vida para que sepas que me encantaría participar en retos si lo que has leído aquí te ha llegado. ¡Gracias por leerme hasta el final! Aún tengo mi nueva web a medio hacer, como la nueva vida llena de alegrías en la que ojalá tú seas una de las muchas personas que me la llenen de LUZ.
Foto: Luis Malibrán
Hola Pablo. Te deseo lo mejor en esta nueva etapa pero no me cabe duda que será así porque todo lo que nace del corazón y de la voluntad de ayudar y dejar un mundo mejor, tiene su recompensa. Me encanta lo que vas a hacer y cómo lo vas a hacer. Espero coincidir pronto contigo en algún escenario y felicitarte en persona. Un abrazo enorme.
Muchas gracias, Isabel! Voy en busca de mi ikigai, que es obligación si quieres ser más feliz. Y lo encontraré en mil sitios, claro. Un abrazo!!
Grande Pablo, me alegro mucho. Suerte y mucho ánimo.
Gracias, Jose!! un abrazo!!
Muchas gracias por el testimonio y por la valentía de afrontar este nuevo camino vital. Te entiendo en cada línea y deseo que todo vaya muy bien en esta nueva etapa. La comunicación es maravillosa pero muchas veces estamos construyendo en el vacío o vendiendo motos y lo sabemos. Al mismo tiempo, cada vez nuestra sociedad tiene retos más graves sin atender, desde lo pequeño y próximo a lo grande. Quizás por eso nos agotamos y perdemos la energía y la pasión. ¡Qué maravilla que las recobres en este nuevo proyecto! Espero que este blog siga vivo y nos puedas contar cómo evoluciona todo. Un abrazo.
Muchas gracias, Ana!! Lo pasaré bien, y eso es lo mejor que se puede desear en un nuevo rumbo. Un abrazo!!!
¡Qué vértigo y qué bien viene! Esos giros tan grandes dan mucho miedo pero dan vida, mucha vida… te deseo lo mejor en esta nueva etapa Pablo, la vida está para eso: para vivirla. Felicitaciones valiente!
Enhorabuena Pablo. Eres un aventurero valiente y una buena persona en el más amplio sentido de la expresión. Te deseo, como en cada uno de los proyectos que inicies, toda la suerte del mundo. Estoy segura de que conseguirás todas las metas que propongas. Un abrazo,
Cristina
Muchísimas gracias, Cris! Un abrazo, compi!!
¡Mucho ánimo y por todas!
Que te lo mereces
Mil gracias, amigo! Qué buen apoyo has sido, siempre y ahora!! UN abrazo!
Bravoooooooooo! Mr Multifacetas! Reinventarse cada cierto tiempo es muy complicado pero tú eres así y seguro que será otro día de éxito en tu vida. Nunca nada de lo que hiciste fue fácil: bailar, denunciar injusticias,….siempre fueron actitudes de alto riesgo. Esta nueva etapa seguro que no es peor que las anteriores: animo!
Muchas gracias, Javier!! Qué buenos recuerdos tengo de aquellos años que trabajamos juntos :-). UN abrazo fuerte!
Bien, bonito y excelentemente comunicado. Te deseo todo el éxito del mundo.
Muchas gracias, don Miguel!! Es un gusto que la música te suene tan bien ;). UN abrazo!!
Te deseo lo mejor en esta nueva etapa tan interesante, y que emprendes tan bien acompañado de fantásticos colaboradores. ¡Mucha suerte!
Qué gusto leerte, Luz!! Gracias ;). Un abrazo!
Mucha suerte Pablo!! , te lo mereces. Un besazo
Muchas gracias, Eva! Un abrazo!!
Yo también he pasado por un cambio de vida muy fuerte, debido también a azares de la vida… sé lo que dices, lo que has vivido y me alegro infinito de que hayas sacado lo mejor de eso para rehacerte de nuevo. Seguro que esta etapa te va genial. Un abrazo enorme!!!!
Mil gracias, guapa! Lo tuyo tiene mucho más mérito. Un abrazo!!
Que grande Pablo!
La valentía, la creatividad y el buen rollo tienen siempre premio. El modo en que llevas las riendas de tu vida y cómo te enfrentas a las situaciones son el mejor ejemplo de lo que te propones divulgar. No se puede ser más honesto y buena gente. Te deseo la mejor de las suertes!
Qué gusto da leerte, querido Antonio! Muchísimas gracias por contaminarnos a todos con tu buenísima energía. Un abrazo fuerte!
¿Que nunca habías trabajado el customer experiencia? Tú comunicas de lujo, pero también escuchas, sabes escuchar, y quien escucha trabaja la experiencia de usuario. Seguro que te irá genial.
Muchas gracias, Fernando! Mucho por aprender, y a ello iré 😉
No me cabe duda de que has tomado una estupenda decisión y de que te irá genial con ella. Un abrazo fuerte y aquí estamos para apoyarte. Besos
Mil gracias, Sonia!! Un abrazo!!
Te envío mucha suerte y mucha fuerza. Tienes de las dos cualidades a raudales, pero siempre es bueno dar un poquito (muchito) a las personas que quieres.
Muchísimas gracias, Juanpe!! Siempre se agradece ;). Un abrazo!!
No sabes el puerto pero sabes el rumbo. Ya sabes más que la inmensa mayoría. Si el rumbo es bueno, el puerto lo ha de ser; pero eso es lo de menos. Lo importante es el rumbo, el camino. Me alegra mucho saber que vas a tener éxito, entendiendo el éxito no como algo a lo que se llega, sino algo que se recorre, algo de lo que uno no se da cuenta mientras camina, pero sí cuando se mira para atrás. Un fuerte abrazo, Pablo,
¡Qué suerte tengo de que haya personas que, como tú, Javier, entran a leerme y me hacen comentarios así de preciosos! Muchísimas gracias. Un abrazo fuerte también para ti!