- Buenas…quería facturar para el vuelo a Vigo…
- Uy, pues ese vuelo no sale. Es que hay huelga de pilotos.
- Vaya por Dios. ¿Y qué es lo que reinvindican?
- Pues no me he enterado muy bien…que se mejoren sus condiciones de trabajo y eso.
- Claro, me hago cargo. Están en su derecho…
- ¿Qué iba usted, por trabajo?
- No, era por ver a mis padres, que les he cogido cariño. Y como tengo 3 días libres, digo: "me voy a casa por Navidad, como El Almendro…"
- Sí, le comprendo. Pero vamos, que si es por placer, tampoco es mucha faena. Pues hoy va a ser que no, pero váyase a Renfe a ver…
- ¿Y si me meto en su web a ver si hay billetes de tren?
- ¿Es usted ingeniero?
- No.
- Pues olvídese. Déjese de saltos mortales, que esa página es para gente más lista. Váyase mejor a la estación y ahí le venderán los billetes.
- Muchas gracias. Ha sido usted muy amable. Que tengan suerte con su huelga los pilotos, que también me sabe mal que tengan que andar de morros y eso en estos días tan bonitos…
...
- Hola, ¿me da un billete para Vigo en el tren de las 15h, por favor?
- ¡Cómo lo siento! Estamos de huelga y hasta pasado mañana no hay tren a Vigo.
- ¡Qué mala suerte! Me ha pasado lo mismo en el aeropuerto…
- ¡Son unos cachondos los pilotos, se han montado una huelga a la vez que la nuestra!
- Ya, si yo les comprendo a ustedes, pero es que me dejan sin poder ver a mi familia estos días…
- Nada, nada, no sea dengue y déjese de victimismo. Ojalá todos nuestros problemas fueran no ver a los nuestros…
- Ya, si eso es verdad. Pero a ver ahora con quién paso la Navidad. Se me va a encalomar Juli, la solterona de contabilidad…
- Pues aproveche, hombre. O si no, dese el gustazo de comer las uvas viendo a su familia en Vigo por el Skype… Pero hombre, ¿por qué llora? Usted se cree…con la edad que tiene y llorando por una tontería. No me dirá ahora que le parece más importante su viajecito que nuestros derechos…¡ande, ande, échese a un lado…que me está formando un funeral! ¡Siguienteeeeeee!
EM-PA-TI-ZAR. Un principio básico de la comunicación. Ese es el fallo más importante de las huelgas que pilotos de Iberia y trabajadores de Renfe celebran -qué palabra, ¿eh?- estos días. Porque si de algo va una huelga es, precisamente, de comunicar. La esencia de una huelga es llamar la atención de los ciudadanos y medios sobre tus reivindicaciones para, a través de ellos, convencer a tus jefes de que tus demandas merecen ser atendidas.
Pilotos de Iberia y empleados de Renfe se equivocan al no valorar que el estadio en el que juegan su partido está lleno de gente que se siente hormiga y los ve como cigarras; personas que lo están pasando muy mal con la crisis y cruzan los dedos para no quedarse sin trabajo, mientras ellos nos joden lo poco que tenemos: la alegría de las vacaciones. Los principales errores de los trabajadores de Renfe y los pilotos son idénticos a los de los controladores la Navidad pasada, como comenté en este post:
En cuanto al análisis del terreno de juego, creo que puede ser algo así: 1.200.000 hogares tienen a todos sus miembros en paro, mientras que quienes estamos trabajando tenemos menos dinero y menos tiempo libre que nunca. Tal como está el ánimo y dada la sensación de que la crisis aún empeorará, a 10 de cada 9 españoles les suena obscena la sola reivindicación de mejora de condiciones laborales de ningún colectivo profesional. […] Sin embargo, han fallado en calibrar que esa reivindicación pasa, ante cualquiera, al último plano de importancia en una situación como la que han generado. Si sienten lesionados sus intereses, pueden negociar a cara de perro con el gobierno; pero si la partida la elevan a pública, entonces los árbitros seremos todos. Y ahí está su principal fallo, porque esos todos no reparamos en matices. Para ganarnos para su causa necesitarían que entendiésemos sus quejas y nos solidarizásemos con ellas.
En otras palabras: los huelguistas convocan el partido pero no caen en que lo organizan en campo contrario, con un público que intentará echarles al árbitro encima. Si creían que presionando para entrar en la agenda periodística iban a dar a conocer más sus reivindicaciones, meten la pata hasta al fondo: sus demandas quedan en el ultimísimo plano de la actualidad, pues al espectador le interesan mucho antes otros datos: qué días hay huelga, cómo de probable es que me jodan mi viaje, qué puede hacer el gobierno para protegerme como viajero paganini, qué coño hay que hacer para ser yo un piloto que gane el pastizal que estos señoritos desprecian…etc.
Con más de 5 millones de parados, y tantos y tantos datos que apuntan a que en 2012 iremos a peor, es casi imposible que nadie empatice con los huelguistas y, especialmente, con los pilotos que, con su imagen de privilegiados, nos desaniman a todos de interesarnos por sus problemas. En su cadena de errores de comunicación, pilotos y empleados de Renfe se cargan el derecho de otros posibles huelguistas futuros, pues su acción agudiza el hartazgo en los ciudadanos. Esta extemporánea huelga nos lleva a sentirnos otra vez víctimas y rehenes de terceros, en un conflicto que ni nos va ni nos viene pero nos parte por la mitad el ánimo y nos jode lo más sagrado: nuestro derecho a disfrutar de las bien ganadas vacaciones.
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Foto prestada por Suito.
Pingback: Huelga de Renfe y pilotos: para ganar hay que empatizar
Ha quedado muy bien y es muy divertido… y muy indignante al mismo tiempo. Pero tiene un error de bulto. El mismo error que nos han vendido en los últimos años y con el que nos terminamos perjudicando a nosotros mismos. Si esos son empleados de Renfe y aeropuertos, cometen el error de intentar una justificación. Señores, abran sus ojos, no los necesitan. Ellos no. La justificación la necesitan los medios de comunicación que hablan más de los perjuicios que su ejercicio de la huelga generan que de las reivindicaciones y las problemáticas que les han llevado hasta ahí.
¡Ah! ¿Que dejan aisladas a miles de personas que tienen sus vidas lejos de sus familias en Navidad? Creo que hemos perdido la perspectiva ¿Nadie se pregunta cómo hemos llegado hasta ahí?
Es curioso que, en la mayoría de empresas de servicios, los trabajadores ya no pueden hacer verdaderas huelgas porque los servicios mínimos trampa, que se impusieron a principios de los años 90, las han vuelto ineficaces, y estos señores que aún pueden hacerse ver son atacados por todos. ¿Nadie se da cuenta que son la última esperanza de todos los demás que perdieron su verdadero derecho de huelga?
Es verdad, nos fastidian también a nosotros, ¿pero solo a nosotros? No le hagamos el juego a los que nos robaron nuestros derechos dándoles armas contra quienes son nuestra última esperanza. No caigamos en la envidia igualitaria.
Y si has de volver a casa por Navidad, reserva un coche de alquiler y sé tu propio dueño. Que un día te tuviste que alejar de tu casa porque no te dieron la posibilidad de llevar tu vida junto a los tuyos, o no te dio la gana. En cualquier caso no culpes al piloto ni al ferroviario, ellos solo se agarran a un clavo ardiendo, como tú.
Vicente, creo que no te has dado cuenta de que el motivo de que las personas hagamos uso, (cuando nos dejan) del tren o del avión es, o porque no podemos viajar muchas horas en coche, o no tenemos carnet, o edad para llevar un turismo. Así que si te parece me alquilas tú el coche y me llevas a casa, bueno a mí y a los miles de personas que quieren trasladarse de un sitio a otro en estas fechas tan señaladas.
Por último comentarte que hay que valorar un poco más a los usuarios que hacemos posible que las empresas Renfe y aerolíneas facturen lo que facturan, ya que de esta forma estos “empleados que reivindican cada año por sistema”, tienen una nómina, algo que no pueden decir “5 milloncillos” de parados, algunos de los cuales “egoistamente” quieren volver a casa por Navidad.
Lo malo de hacer huelgas periódicas es que pierden valor, provocan pensar “¿y ahora que será?”
Tan solo una puntualización, si se me permite: la huelga en Renfe Operadora tan solo la ha convocado el sindicato CGT, que está representado por 2 delegados de un Comité de Empresa formado por 13 representantes. Ni CCOO, ni SEMAF, ni UGT ni SF se muestran partidarios de llevar a cabo la mencionada huelga (representan a 11 de los 13 representantes del Comité de Empresa) pues ni los motivos, la situación ni la realidad actual manifestada por los Gobiernos implicados así lo requiere. Dicho de otra manera, es una huelga planteada desde el no-protagonismo que tiene una organización sindical minoritaria en Renfe Operadora, que no cuenta con la aprobación/consenso de la amplia mayoría de trabajadores y trabajadoras de la empresa y que tan solo pretende una finalidad, obtener un protagonismo que las urnas y los ferroviarios no se la han otorgado, “enfrentándolos” innecesariamente contra una, cada vez más, sensible opinión pública.
Pese a ello, no procede plantear objeción alguna al derecho a huelga que les ampara, tan solo pretendo puntualizar que no es un paro laboral planteado desde el consenso mayoritario de trabajadores y sindicatos. Que cada cual saque sus propias conclusiones…
Un saludo
Pablo, creo que hay un par de errores en tu post(habitualmente tan acertados)el meneo que hay en Iberia no es por la mejora de condiciones salariales(otros colectivos de la empresa probablemente se sumen a la huelga) sino por la supervivencia del puesto de trabajo en si.Iberia planea trasvasar la produccion a una empresa de nueva creación.40 aviones de corto y medio radio en 2015.Iberia dice por activa y por pasiva que eso no afecta a los puestos de trabajo en la matriz, pero algunos sabemos sumar y hacer cuentas con los dedos. Si a eso añadimos que lo que dicen publicamente no se atreven a firmarlo en un documento con los trabajadores pues la cosa: blanca y en botella! El segundo error es creer que hoy en dia se dirime todo en el terrreno de la opinión pública, con la sociedad entera como arbitro. Eso de empatizar y demás… creo que el sepla en en ese terreno ya ni siquiera juega. Da por descartado que a la empresa con su gran poder publicitario no se la puede ganar en ese terreno.El sepla es culpable de muchas cosas y de ser un sindicato bastante frentista con un notoria incapacidad en los últimos tiempos de llegar a acuerdos, como llegan otros colectivos de IB, probablemente heredado de una epoca en que tenian más poder en las decisiones empresariales. Pero la lucha a dia de hoy es por la supervivencia del puesto de trabajo y eso es el pan de cada uno. si quieres más datos o saber más del asunto del que escribes encantado de dartelos,un saludo.Por cierto a los que trabajamos en Ib tb nos gusta disfrutar de las vacaciones, solo confiamos en que no sean permanentes y obligatorias!
Ignacio
Gracias por contárnoslo, Ignacio! Tal como dices, ni siquiera me preocupé de interesarme por los motivos de la huelga, porque ‘huelgue’ sobre mojado. Es tal mi hartazgo de ser rehén de cualquier colectivo protestón, que con la de los controladores ya perdí mi capacidad de escucha. Antes de ayer cené con otro amigo que también trabaja en Iberia y me dio los mismos argumentos que tú, así que me temo que en esta ocasión puede que vayáis a ser víctimas de la mala utilización del derecho de huelga que tradicionalmente han hecho los pilotos y, el año pasado, los controladores. Vamos, que da igual qué pidáis vosotros porque ahora, para la opinión pública, esto es el cuento del lobo y ya no nos creemos que el lobo sea tan lobo (aunque por lo que decís, es tan lobo que se aprovecha de esa percepción y de que los de a pie creemos que los protestones son siempre eso, protestones). Partida difícil para la plantilla. Suerte!
¿Mala utilización del derecho de huelga? Ni idea teneis ninguno, porque hablar es gratis. En el caso de los controladores, cuando Fomento, “por decreto” obliga a todo controlador a hacer 4 horas extra diarias, más 12 los días libres, por no contratar a más personal, se llama explotación laboral. Pero éso no se cuenta en los medios, claro. Sí se cuenta que algunos han cobrado más de 100mil euros al año… Si te parece, no les pagan las más de 1400 horas extras anuales, saltándose por el forro el estatuto de los trabajadores, cuyo límite es 80 al mes. Porque su ley está hecha a su medida y con un decreto rápido se la pueden saltar con la connivencia de sus amigos los jueces, nombrados por ellos mismos. Y si no, que expliquen por qué hacían huega sin pedir aumento salarial, porque de ello tampoco se hablaba en los medios. Y lo de “militarizar” las torres era ya detalle de república bananera. Y mientras tanto, los políticos nos dividen a los trabajadores enfrentándonos a unos contra otros, con el que si “éstos viven mejor que vosotros” o “éstos son unos privilegiados” a la vez que se ríen de todos, especialmente de los parados, que ponen en sus miras al trabajador que vive mejor que ellos en vez de al político que les arrebata derechos laborales o las posibilidades de conseguir un empleo digno.
¿Más ejemplos? Los bomberos de Madrid, a los que también se les tachó de “privilegiados” (palabra de moda una temporada, ¿eh?) porque “trabajan sólo 64 días al año”. Pena que el lumbrera que dijo éso en medios públicos omitiera aclarar que la jornada de un bombero es de 24 horas y 15 minutos… ¡al día!, total al año, 1552 horas, que, aunque no sea exagerada, no sale de los márgenes habituales. (¿Cuántas horas trabajará un concejal o el alcalde? No se sabe, no tienen control horario)
O el caso de la Policía Municipal de Madrid, con quien el ayuntamiento se negaba “porque sí” a negociar el convenio que había caducado. Les mandaron a los nacionales, antidisturbios, a sacudirles, grabado por la televisión, durante una manifestación, otro espectáculo lamentable de república bananera.
O el caso del servicio de limpieza de la misma ciudad. Se les quiere imponer un recorte del 30%, despidiendo a la mitad y trabajando el doble (lo que no harían el 50% de la plantilla que pretendían despedir). Da igual, dejar a Madrid din reciger basuras es de vándalos, ¿verdad?
Mil ejemplos más se pueden poner. Qué triste.