La comunicación de hoy es horizontal, rapidísima y voraz. Lo que opinan las personas sobre una acción de una marca puede convertirse en un tsunami en solo unos minutos. Y le pasa a marcas antiguas y aleladas y también a las que sí saben moverse en el mundo 2.0. Ese terremoto es el que vivieron hace un par de días Mahou y su agencia, El Ruso de Rocky. Nadie en la marca -una de las que siempre sabe dar con el tono- ni en la agencia -que es innovación pura- cayó en que el anuncio que lanzaban era impresentable. Este es el vídeo:
https://www.youtube.com/watch?v=OvHk8W9Amfw
Es fácil hacerlo trizas a toro pasado, pero lo curioso es que en directo pasase todos los controles, con las decenas y decenas de personas que opinan y evalúan guiones y piezas finales en cada campaña de publicidad. Tuvieron que ser los músicos quienes, ofendidos en su dignidad, empezasen a decirle a la marca cosas tan lógicas como: "espero que el director, los actores y los técnicos del spot también hayan cobrado en botellines".
¿Qué pudo pasar para que nadie reparase en que el anuncio habla más de indignidad que del amor a una marca? Quizá les engañó el hecho de que la historia que cuenta el spot era real: un grupo de música al que un ayuntamiento no podía pagar, cobró en 6.000 botellines de Mahou que aún siguen disfrutando cada vez que vuelven a tocar en las fiestas patronales del pueblo cántabro de Pejanda. A cualquiera que vea el anuncio -no hace falta ser músico- le chirría y le suena a lo peor de los topicazos lo de que a unos profesionales les paguen en producto, y para colmo en alcohol. Es tan degradante como para abrir una petición en Change.org pidiendo a la marca que retire el anuncio. Y tiene tanto sentido, que la marca lo hizo en muy pocas horas.
Sorprende la bisoñez de Mahou y de su agencia. Pero se ve qué tipo de marca hay detrás cuando tardaron tan poquísimo tiempo -ni siquiera unas horas- en reaccionar con toda la humildad del mundo y reconocer que habían metido la pata. Retiraron el anuncio y lanzaron este comunicado impecable:
Por todo el amor que sentimos hacia la música, lamentamos profundamente no haber sabido contaros mejor lo que queríamos transmitir con el primer anuncio de este año de Mahou Cinco Estrellas. Por este motivo, os hemos escuchado y hemos decidido dejar de emitir la pieza que contaba la historia personal de un grupo de músicos, Los Desleales, que decidieron llegar a un acuerdo simbólico para tocar en un municipio de Cantabria. A partir de ahora, nos centraremos en otras historias de amor a la marca, también reales, que los consumidores han querido compartir con nosotros.
Sentimos un respeto infinito por los artistas, emergentes y consagrados, y por todos los profesionales que trabajan en la música y, por supuesto, siempre defenderemos una remuneración justa y digna para todos. Esa va a seguir siendo nuestra apuesta: acercar la música nacional al público en todos los formatos. Solo en 2016, hemos apoyado más de 500 iniciativas musicales en toda España, a través de experiencias cercanas que unen a las personas con sus artistas favoritos.
Seguiremos trabajando de la mejor forma posible para apoyar la pasión que compartimos con todos vosotros: la música.
Tan rápido reaccionó Mahou que hubo medios a los que no les dio tiempo a lanzar la noticia de "Mahou estrena un anuncio": directamente solo llegaron a publicar la de "Mahou retira una campaña recién estrenada por las protestas recibidas". Tan rauda fue la marca que algún tonto a las tres opinador les acusa de haber hecho todo de forma premeditada para llevarse el aplauso de "qué buenos son los de Mahou, que escuchan a la gente". Es el mismo tonto a las tres que si la marca no recula, les habría criticado por no hacerlo. Una vez subrayada la torpeza de Mahou para lanzar ese anuncio sin que a nadie le chirriase, me parece digna de elogio la cintura de la marca para retirarlo y pedir perdón de forma rotunda y transparente. ¡Un brindis por Mahou!
Lo primero que vi al respecto fue el comunicado de prensa de Mahou anunciando la retirada del anuncio compartido en el perfil de Facebook de una amiga que se dedica a la música. Luego me enteré de todo el revuelo que se había montado, por lo que estoy de acuerdo que la gestión de crisis ha sido muy buena y con una rapidez impresionante. No ha dado tiempo ni para que el resto de población se entere, lo comprenda y se indigne. Antes de leer este análisis, leí la noticia en PRnoticias, y lo que más me soprendió fueron los comentarios de los lectores, sugiriendo conspiraciones para retirar el anuncio o hablando de los músicos como grupos minoritarios o “cuatro locos” que han malmetido para que se retire, así como una defensa ciega y a ultranza de la marca. ¿Acaso su gestión de la reputación es tan buena que ha conseguido que algunos de sus seguidores la endiosen? ¿O es eso otro síntoma del desprecio y la falta de valoración hacia el trabajo de los que se dedican a la música y/o arte en general?
Creo, Teresa, que Mahou es una de esas marcas que consigue pasar de lo racional. Es emoción. Yo no soy cervecero pero tengo amigos a los que un tercio o un botellín de Mahou les evoca su juventud, sus tardes en el parque, la época en que íbamos a ligar a la pista de patinaje del Real Madrid… En suma, Mahou es una marca con la que muchísimas personas sienten cercanía emocional, como le pasa a Tío Pepe o al toro de Osborne. Muchas personas asocian Mahou a momentos de su vida cálidos, y de ahí que sean un ejército de fans dispuestos a defender a la marca a ultranza, como bien dices. Saludos!
Siento informar que esta noche he visto en por televisión (Energy) el anuncio tal cual, sin censuras. Creo que las protestas no han sido suficientes como para retirarlo de la parrilla de televisión
Tema aparte son las dos nuevas versiones que Mahou ha hecho de su primer anuncio de la temporada, a cuál más delirante. Mención especial para la de los tatuadores, y para la frase de cierre donde uno de los protagonistas asegura que en su boda sólo va a haber Mahou. Muy en la línea de aquel señor que aseguraba, en el programa “Salvados”, de Jordi Évole, que Mercadona era “lo mejor de la vida”.