No estaba muerto, que estaba en Instagram…

Tiempo sin venir por mi blog, ¿eh? Llevo desde Semana Santa pasada sumido en un proyecto que me absorbe hasta las noches y fines de semana. Pronto te contaré, porque me verás aparecer con él cuando llegue la primavera… Hoy te vengo a hablar de Instagram.

Mi ausencia del blog es, por un lado, por falta de tiempo: escribir un post supone documentarse, leer lo que haya ocurrido, ver qué dicen los más expertos… y escribir mi artículo. Entre pitos y flautas, se te van 3 ó 4 horas, tiempo precioso para avanzar con ese otro proyecto que te decía. A la vez, era tanto el sacrificio del blog que llegué a preguntarme: ¿Me compensa? Y desde el punto de vista emocional, sí, pero desde el análisis riguroso, no. El blog me da una visibilidad que siempre viene bien para todo, pero hace un tiempo que siento -como me pasa con Twitter- que escribir y estar más activo no se traduce en que me contraten más como conferenciante o que cuenten más con mi agencia en proyectos de comunicación. A eso añadamos que desde que aparqué un poco el blog, me hice mucho más activo en mi cuenta de Instagram -¡sígueme y verás!-, porque el esfuerzo es mucho menor que escribir un post y me da la vidilla de ver cómo los lectores me mandan mensajes o hacen comentarios. Ahí aprendo de muchas personas que lo usan mejor que yo. Cada vez le dedico más tiempo a esta red en la que llevo 7 años y, hasta hace unos meses, apenas le prestaba atención. Estoy lejos de ser una de las mejores cuentas de Instagram de marketing y comunicación, pero ahora publico ahí más cosas que en mis demás redes sociales. ¿Qué comparto en Instagram? Mi lado más personal. Nunca he contado mi vida pero ahí dejo reflexiones más humanas o reflexiono sobre cosas que no darían para un post en el blog pero que tienen su aquel… ¿Por ejemplo? Doy cuenta de la donación que he hecho a la Fundación Sandra Ibarra gracias a los lectores de mi libro:
https://www.instagram.com/p/BtLhV81BrS6/
Agradezco la suerte que tengo de aprender dando clases en ISDI e ICEMD:
https://www.instagram.com/p/BtsmQEyBie5/
Saco una foto del baúl de los recuerdos y muestro cómo era hace 10 años:
https://www.instagram.com/p/Bsq6o7LhWZ9
O cuento por qué di en 2017 una señal para un coche que aún no existe:
https://www.instagram.com/p/Bq7lEfAh4y7/
¡Ah! Y también comparto muchas cosas efímeras en las stories, como cuando acompaño a mi madre a su sección “Cosas de abuelas” en el programa de radio Más de uno, u otras anécdotas y reflexiones. Ya sabes que las stories mueren en 24 horas, así que no puedo darte ejemplos. Si quieres saber qué comparto en Instagram, tendrás que seguirme, que es gratis y da gustirrinín ;). Pronto apareceré más por el blog, si bien no creo que lo haga con la frecuencia con que lo hice en su día. Y abre los ojos, que será una primavera llenita de novedades en mi vida y vendré por aquí a compartirlas contigo :-). Mientras, no te pierdas nada de lo que pasa en mi Instagram: @pabloherreros.
Pablo Herreros en Instagram
¡Haz clic para puntuar esta entrada!
(Votos: 0 Promedio: 0)

2 comentarios en “No estaba muerto, que estaba en Instagram…”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *