El ayuntamiento de Madrid ha lanzado un blog que, según su nota de prensa, "se enmarca en una apuesta por la comunicación a través de Internet, el uso de herramientas que fomenten la interacción directa con la ciudadanía y la transparencia". Al leerlo, me ha hecho ilusión, pues me encanta que las instituciones públicas cambien el vuelva usted mañana de Larra por un dinos qué opinas de cómo gestionamos tu dinero.
Y ahí está el fallo, el mismo que cometieron con la página Madrid VO: el nuevo blog no acepta comentarios de los lectores. O sea, que creen mucho en "la interacción directa con la ciudadanía" pero solo en una dirección. Eso no es interacción, sino acción de uno solo. Lo que los ciudadanos queramos decirle al ayuntamiento es secundario. En lugar de la cajita de comentarios, para que pongas tu nombre e email y tu opinión sobre los posts que publiquen, te atizan este botón:
O sea, que tu opinión es bienvenida…siempre que sea para comunicarles -en privado- un error. La cosa se divide en: o lo que habéis publicado es cierto -palabra de Carmena- o quizá se os ha escapado un fallito que yo, sumiso y colaborador lector, os ayudo a solucionar en estricto secreto. Concepto curioso de transparencia…
La iniciativa es como si hicieran una cena a la que te invitan pero en la que solo puede hablar el anfitrión. Con el agravante de que esa casa es de todos. Aunque parte de una buena intención, se equivocan en el planteamiento. Quiero empatizar, porque sé que la idea del equipo de gobierno nuevo es buena, como lo era en la web Versión VO. Y por eso me pregunto: ¿Qué lleva a un grupo de gente joven y del entorno de la web social a lanzar un blog en el que no puede opinar el madrileño? La respuesta es obvia: piensan que si abren los comentarios, las hordas de trols antipodemitas se comerán cualquier atisbo de conversación.
Bien. Pero ¿no habíamos quedado en que íbamos a la transparencia? Y ¿qué problema hay en que la gente comente y en que se pongan unas normas de conducta, como en cualquier blog? En Goodwill llevamos varios blogs de instituciones -alguna de ellas, con legiones de detractores- y no nos genera ningún problema gestionar los comentarios.
¿Cómo se hace? Sencillo: se aceptan todas las opiniones en contra y hasta las que ponen de vuelta y media a los directivos de la empresa del blog. Críticas, todas; insultos, ni uno. Si alguien falta al respeto a cualquier otro comentarista o a cualquier persona a la que aluda, ese comentario va directo a la basura. Y no, no es censura: es mantenimiento del respeto en una comunidad en la que, de antemano, avisas de que esas serán las normas. ¿Aceptarías que alguien entre en tu casa y se cague en tu padre? Pues lo mismo.
¿Cuál es el problema de lo que han hecho al lanzar el blog sin opción de comentar? Precisamente que al no ser bidireccional, hay medios que lo tildan de órgano de propaganda. Y aunque disiento del calificativo porque sé que no es la intención del ayuntamiento, tengo que darles toda la razón. No hay conversación si no hay comentarios. Y no hay transparencia si no dejas que la gente opine. Esa negación de hacer comentarios es lo que les lleva en la nota de prensa a llamarlo web y no blog.
Manolete…o sales a torear al natural, o no salgas. Lánzalo dentro de un tiempo, cuando la fiebre antidemocrática por sacar a Manuela Carmena del ayuntamiento se haya apaciguado. Por cierto, nuestra experiencia me dice que cuando en un blog corporativo -por antipática que caiga a alguien la institución que hay detrás- la gente ve que no hay insultos, nadie insulta. Es la teoría de las ventanas rotas aplicada a la red. Y si pensamos en esta web a a la inversa, vayamos al edificio del ayuntamiento de la plaza de Cibeles: ¿Alguien imagina a un madrileño pintando un grafitti en las paredes? No, ¿verdad? Y para eso no hace falta que pongan una valla de 4 metros que separe al paseante del edificio e impida físicamente que llegue a hacer la pintada. Basta con que haya un par de policías alrededor, que viene a ser lo de un community manager que cuide de que no haya insultos en los comentarios. Pues eso…
Actualización del 4/9/2015 a las 12,10pm: el ayuntamiento de Madrid ha contestado en Twitter a mi crítica enviándome un enlace al sitio en el que explican por qué no hay comentarios. Os pego el texto completo de su explicación aquí:
¿Qué es lo mejor de su respuesta? La rapidez extraordinaria en ver mi post y contestarme (solo media hora después de publicado). ¿Lo que no me convence? Que se me sigue quedando cojo un blog sin comentarios. No tiene sentido que el lector deba aprender a ir a otros canales a quejarse porque el ayuntamiento, por comodidad, haya decidido que los comentarios tienen que ser en donde ellos digan.
No, la conversación se produce donde se publica el contenido; no pido que el ayuntamiento busque comentarios, dudas y críticas en Google o en las noticias de los diarios sobre ellos…pero sí me parece lógico que quien quiera hacer un comentario, lo haga sin moverse del sitio en el que ellos publican el post. Creo que ahí se equivocan, pues la gente va sin tiempo y no tiene por qué hacer una investigación de CSI para averiguar dónde puede encontrar a quien le dé respuesta.
En todo caso, aplauso al ayuntamiento por el paso que dan y por la impresionante rapidez de su reacción. Internet frente a dinosaurios. Han dejado atrás botellas y manzanos a la velocidad de la luz ;).
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No sé si hay o no una fiebre por sacar a la alcaldesa del ayuntamiento, pero no creo que ‘antidemocrática’ sea la palabra más adecuada. Si te refieres a la búsqueda de pactos para gobernar por parte del principal partido de la oposición (que ganó en número de votos) no creo que haya nada más democrático. Si sabes de algún complot para quitarla de en medio entonces te doy la razón.