Las versiones en papel de El País, El Mundo, ABC y La Razón se han desplomado en ventas en los últimos siete años. Y cada año siguen bajando, claro. Cuando al director de El País, Antonio Caño, le han pedido explicaciones por su caída de 2014, ha dicho en privado -según PR Noticias- que eso les pasa por regalar el contenido del papel en internet; que dar todo gratis en la red es la razón de que él no venda ejemplares en papel contando lo que ayer ya contaba su web.
En el fondo, tiene razón el hombre. Pero su razonamiento refleja la incapacidad de entender lo que sus lectores quieren. Como a los políticos de los partidos antiguos, le cuesta hacer autocrítica y pensar que además la gente los abandona porque no les creen.
El País fue un diario de referencia mundial por su calidad. Hoy, descontando a algunos buenos periodistas a los que no han echado -a otros cientos brillantes, sí- solo es la sombra de lo que fue. Ahora es un felpudo del Gobierno que pelea más por las subvenciones y la publicidad institucional que por recuperar la credibilidad. El diario de izquierdas pasó a ser de derechas, a alabar a Rajoy, a no cuestionar nada ni a investigar corrupción alguna (será que no hay…).Y a Antonio Caño le extraña que la gente prefiera cotillear su web que gastar los 1,30€ que cuesta su papel.
La semana pasada dieron en portada una infamia contra Juan Carlos Monedero (se inventaron que había falseado "la mayor parte de su curriculum"). Ese mismo día se desmintió y el sábado pidieron disculpas (en pequeñito y no en portada) dentro de su sección de Defensor del Lector. Su director no rectifica ni se explica que la gente se sienta engañada y deje de confiar en ellos y de pagar su producto.
Hace unos meses, con el conflicto de Israel en Gaza, mentían en cada noticia para apoyar a Israel y ocultar sus crímenes. Pequeñeces. Enumeré esas mentiras gigantes y algunas de El Mundo en Se acerca el crash del periodismo. La portada de estos diarios siempre está lista para lo que mande Rajoy. Regalan al Gobierno hasta nombramientos: en El País han mandado a la Patagonia a Carlos Cue, que cubría la información del Partido Popular y no le gustaba a Soraya. Estamos todos ansiosos de ver qué nuevo periodista crítico ponen a lametear a los miembros del PP.
Antonio Caño está muy harto de que la gente les lea en internet. Si por él fuera, lo cerraba. Su diario, junto con los demás miembros de la Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) han pedido al Gobierno que obligue a quien les manda visitas a pagarles además por ello. Como quien exige al relaciones públicas de su discoteca que pague él a la discoteca por cada cliente que le lleva. Los diarios de AEDE cobran (vía anuncios) por cada lector que entra y ve sus anuncios en la web, pero ellos sostienen que Google debería pagarles porque les hace daño mandándoles visitas (¿?).
Y papá Gobierno, de forma igual de corrupta que los que se lo piden, ha aprobado esa ley que obliga a quien les enlace a pagarles encima por llevarles tráfico (de ahí, lector, que hace meses que no veas un enlace aquí ni en mi Twitter a esos medios). Su torpeza (o corrupción) con el Canon AEDE nos empobrece a todos. Google cerró Google News y les dejó con el culo y la ley al aire. Los viejos editores sueñan con viajar en el tiempo y usan a los pobres periodistas de sus redacciones como rehenes inocentes de ese conflicto en que los cebrianes -borrachos de poder y ciegos ante el panorama digital- se irán con el lomo forrado mientras los plumillas verán empeorar o desaparecer sus trabajos.
Se quejan algunos periodistas de que cada vez más gente no les enlacemos. Deberían hacer activismo y pedagogía hacia sus propios jefes, pero saben que estos son sordos y que los pondrían en la calle. Y sus dinosáuricos jefes hacen como si nada hubiera pasado: se duelen los directores miopes de que pierden ventas en papel. ¡En papel! Yo adoraba leer los periódicos en papel en la época en que venían cargados de noticias. Compraba y leía varios cada día. Era un placer, un privilegio. Hoy se te caen de las manos, por volumen y por escasez de contenido. ¿Hay buenos periodistas y artículos? Claro que sí, pero (a mí me) pesan más los otros factores comentados.
De 2007 a 2014, entre El Mundo, El País y ABC han pasado de vender un millón de ejemplares a casi la mitad. Y medios como PR Noticias van glosando cada mes la evolución de esa pérdida constante, como si fuera noticia. Comprar diarios en papel hoy es un anacronismo. La noticia es que aún haya medio millón de personas comprando esos trozos de papel en vez de consultarlos en la web o leerlos en sus versiones en pdf (Orbyt/Kiosko).
A los grandes diarios se les mueren sus compradores como a las marcas de brandy. Con cada persona mayor que fallece, un diario menos en papel. Y en lugar de poner patas arriba sus diarios, darles la vuelta a los enfoques para innovar con periodismo multimedia, de datos, con historias singulares y únicas, sus directores eligen servir a los poderosos y despedir a sus talentosos, y engordan así las visitas y las redacciones de sus nuevos y mejores competidores. Como dice este artículo, esto no es periodismo. Esto es una vergüenza. Qué tristeza…
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Son una mafia y así lo demuestran una y otra vez.
Yo a día de hoy continúo usando el bloqueo a todas las páginas de la AEDE, tanto en chome, firefox, en mi movil android y mi otro movil iphone… no les paso ni una en ningún lado y persona que no lo tiene instalado se lo recomiendo.
Saludos.
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Pablo, la gente no les abandona porque no les crea, les abandona porque el modelo de negocio está en desaparición. Esto tiene que ver con un proceso imparable -en todas las industrias- de transformación digital. El quiosco está muerto y, con él, los diarios de papel. En cambio, a nivel web, aún movilizan esos medios grandes cantidades de usuarios.
Adicionalmente, apuntas un problema de credibilidad. Sin duda, lo hay. Pero, fíjate, ¿a qué se debe? A que tienen una indeseable relación con el poder político que les coarta la libertad.
Aún así, prefiero mi sociedad con esos medios que sin ellos. Esos medios sacaron a la luz escándalos como los de Urdangarín, Bárcenas, los EREs, Pujol… Y ahora ponen la lupa en Podemos. Pues bienvenida sea.
He llegado a tu post por un tuit en el que lo linkabas hablando de persecución a Podemos. Puedo estar de acuerdo en que a veces se escruta menos de lo deseable a una formación política, pero nunca en que se haga de más. Esa es la obligación de los medios.
Con los grandes medios comparto una enorme preocupación por el ascenso de Podemos. Y ya no hablo de sus últimos escándalos (algunos veremos si son legales, me temo que no, pero seguro que no son éticos). Hablo de libertad de prensa y por tanto de calidad democrática. Su líder, Pablo Iglesias, ha manifestado: “lo que ataca la libertad de expresión es que la mayor parte de los medios sean privados; incluso, que existan medios privados ataca la libertad de expresión, hay que decirlo abiertamente”. O cosas como “decir ‘exprópiese’ es decir ‘democracia’”, “ser demócrata es expropiar, aunque os duela”… Pues a mí me duele. Me duele que se pueda utilizar la excusa del bien común para controlar a los medios. No hay ningún caso en la historia en la que la injerencia del poder político en los medios haya aumentado la pluralidad. Porque no hay verdadera vocación de pluralidad; carencia que en este caso es evidente: “pido disculpas por no romper la cara con todos los fachas con los que discuto en la televisión”.
¿Y el Canon AEDE? Pues sí, evidencia el mayor problema de los directivos de los grandes grupos de prensa: son incapaces de interpretar la realidad que les toca vivir. Pero unir esto y lo otro es comprarle la estrategia de comunicación a quien, como nunca nadie antes en la historia de nuestra democracia, amenaza nuestra libertad de expresión y la pluralidad.
«¿Hay buenos periodistas y artículos? Claro que sí, pero (a mí me) pesan más los otros factores comentados.» Yo acabo de leer uno y por eso comento. Aunque intente alejarme de las noticias, siempre me detengo en leer los artículos y si son buenos mejor. El asunto es que cuando lo hago prefiero hacerlo desde la comodidad de mi escritorio frente al ordenador y es que tanto periódicos como revistas se niegan y trátan de resistirse a un cambio, si innovaran y aceptaran que el papel es fruto del siglo XX y sus esfuerzos también se dirigieran a crear un contenido veráz y consistente y pusiera a trabajar a sus mejores talentos en el 2.0 sucederían cambios notorios, la realidad es que los usuarios queremos contenido gratuito o freemium estamos poco dispuestos a pagar por una información que se puede conseguir de forma gratuita por red y allí es donde estos «grandes» deberían buscar nuevas e innovadoras formas de generar ingresos
Excelente artículo!
Y éste es el resultado:
http://www.prnoticias.com/index.php/prensa/192/20138354