Vitaldent: cuando la acción de uno solo destruye una marca
Una marca tarda en construirse años. Destruirla lleva segundos. Y no se puede volver a levantar si, como en el caso de Vitaldent, toda la marca queda achicharrada por la corrupción. No tiene arreglo. Solo aceptamos empresas transparentes y éticas. Hoy empieza a morir una marca que nunca más será asociada a blancura dental, sino a blanqueamiento fiscal. ¡Ojalá sus trabajadores tengan suerte y sepan reinventarse!