Una mujer, harta de la publicidad, amenaza con darle un martillazo a la pantalla de su ordenador

Publicidad online y adblock: ojo por ojo, todos tuertos

Matemos a todos los directores de marketing que siguen comprando a granel sin preocuparse de este debate, y a los que eligen formatos en los que hay que ser cirujano con pulso de hierro para darle a la equis para cerrarlos. Pero reflexionemos: el problema de la publicidad online no es solo de las marcas y anunciantes: también es tuyo y mío. ¿Quieres que siga habiendo grandes contenidos por los que tú no pagues? Ok, pues acepta el trato siempre que sea justo para tu conciencia.