Adiós, posverdad: que tengas un mal viaje
Las ‘fake news’ (noticias falsas) y la ‘post-truth’ (posverdad) fueron las reinas del baile de la actualidad en 2016 y siguieron danzando con cierto éxito después. Hasta hoy. La gasolina que usaban para correr por nuestras pantallas se les acaba. ¿Por qué? Porque una vez recibidos los goles en contra, marcas, redes sociales y lectores se mueven. La posverdad pone en riesgo el modelo de negocio de las tuberías por las que circulan -las redes sociales- y la reputación de quienes financian esas tuberías –las marcas-. ¿Cómo evolucionará el tema? No será sencillo pero este es, creo, su futuro…