[vc_row css=”.vc_custom_1516010143876{padding-right: 0px !important;padding-left: 0px !important;}”][vc_column][vc_video link=”http://www.youtube.com/watch?v=NK-T_t166TY”][vc_custom_heading text=”Una vez me dejé mi móvil en el respaldo de mi asiento de un avión. Cuando me di cuenta, no tenía permitido hacer el camino de vuelta al avión.” font_container=”tag:h2|font_size:22|text_align:left|line_height:1.7em” google_fonts=”font_family:Open%20Sans%3A300%2C300italic%2Cregular%2Citalic%2C600%2C600italic%2C700%2C700italic%2C800%2C800italic|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal” css=”.vc_custom_1563129231300{margin-bottom: 45px !important;}”][vc_column_text]
Pese a los detalles y lo rápido de mi reacción, nunca me devolvieron mi teléfono. ¿Falta de ética de la compañía o de un trabajador propio o de una subcontrata de limpieza…? Jamás volví a volar con esa aerolínea, claro.
¿Cómo se cambia eso por una experiencia memorable? Consigue que nada sea más importante para tu empresa que devolver los objetos perdidos en tus aviones. Haz que tus profesionales sepan que la prioridad número uno es que el viajero recupere su bien preciado.
Haz que sea un reto y premia a quienes lo hagan. E incluso, diseña un servicio tan excelente que incluya que un perro adiestrado para ello, corra hasta dentro del avión y vuelva para entregarle las gafas, el móvil o el lector de libros a la persona que lo perdió. Eso sí es innovación: crea una experiencia que hará que tu cliente recuerde para siempre tu marca.
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